Críticas cinematofágicas: Pig
ama para dos
Comedia norteamericana que cuenta con la
pareja de moda entonces en Hollywood: Roca Hoodson y Doris Week. Dos amigos
solteros deciden correrse una juega nocturna. Roca Hoodson es Pig y Tony
Fricciosa es Hogg, dos cerdos lascivos que se dirigen a Las Vegas con el fin de
recorrer (esto es, correrse varias veces) sus muchos burdeles. En uno de ellos
traban amistad con una hurí de lujo (Doris Week), una rubia platiño de la que
los dos se encaprichan. Deciden llevársela al hotel y amarla los dos, dos
veces, o más. Echan a suerte los turnos y tócale el primero a Pig. Cuando acaba
vuelve al cuarto de Hogg para darle el relevo, pero éste está durmiendo la
mona. Pig se disfraza de Hogg y vuelve al cuarto de Doris Week, con quien
comparte pijama el resto de la noche. Al despertar, la chica se da cuenta del
engaño, pero le cobra por los dos, por los dos polvos echados. El lío se arma
cuando Hogg se despierta y descubre que tiene puesto medio pijama de la chica,
pijama que, aprovechando la modorra pos alcohólica, le había encasquetado su
pillo amigo Pig. Hogg asegura que él no ha probado a la chica, pero Pig ‑¡qué
cerdo‑ insiste en que sí, que el pijama es la prueba. La cosa se complica
cuando la chica le pide la tarifa estipulada, a lo que Hogg, sin recuerdos del
acto, no accede... Frank Kapra Almonte firma esta vulgar película, esta comedia
chirle apta para espectadores con escasa materia gris, esa materia con la que
se hacen los sueños.
Fred
Cineman
Crítico de su majestad
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