Críticas cinematofágicas: Pulpo
ficción
Pulpo Ficción
Esta nueva película de Giuseppe Tarantini es
una muestra descarada de la violencia de un pulpo en la ciudad de Los Angeles.
Comienza el film con el pulpo John y el calamar Jackson, que conducen un coche
mientras discuten la paella que le dieron a Jackson cuando estuvo en Ámsterdam,
una especie de arroz con cosas, un arroz indigesto que además tenía piña, lo
que escandalizó a John, que iba aferrado al volante con sus tentáculos. Después
de llegar a su destino, la pescadería de Jack Fisherman, y lograr despegar sus
tentáculos del volante, entraron pulpo y calamar a cobrarse una antigua deuda,
la deuda por un deudo de ambos, una langosta pariente que acabó Thermidor en un
restaurante de San Diego, Maradona (California). John y Jackson (éste último
negro de la tinta que le rebosa), sacan sus arpones y masacran a los empleados
de pescadería. Queda todo tan sucio que deben llamar a un tal Lobo de mar, que
se encarga de arreglar estos desaguisados.
En
el film se entrelazan varias historias, creando una taracea fílmica de gran
poder evocador. A destacar la historia de un boxeador de peso pulga,
magistralmente interpretado por Woody Allen, que amaña su combate para llevarse
la pasta y termina en una trastienda viendo como sodomizan al mafioso al que
Allen le ha robado la pasta. También hay un baile famoso entre el Pulpo John y
Thurman, apodada la sirenita, una balada de Camela que es de lo mejor del film.
Tarantini
demuestra en este film su maestría tanto en los diálogos como en la selección
de actores marinos, pues fue difícil dirigir al pulpo John, sus tentáculos
agarrados en los traseros de todas las chicas del plató.
El
film no ganó ningún Oscar, pero estuvo nominada a mejor película del festival
del Mar en Benalmádena.
Fred Cineman
Crítico de su majestad
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