sábado, 20 de marzo de 2010

Refinamiento culinario… por los huevos

Según Roland Barthes hay una casuística del gus¬to: el gusto debe estar siempre alerta; ejercitarse en la sutileza, en la minucia; Brillat-Savarin cita con respeto a los glotones de Roma, que sabían distinguir por el sabor los peces pescados entre los puentes de la ciudad y los cogidos más abajo, o a esos cazadores que llegan a percibir el sabor particular del muslo en el que se apoya la perdiz para dormir. Y de Roma a Gerona, donde con los suculentos no-platos del Bully uno puede para hambre a precios astronómicos. Todo lo cual nos indica que la estupidez de la “alta cocina” frecuentó los ágapes romanos, la cocina francesa de la Restauración y la hodierna Cataluña gastronómica. Los pardillos son eternos.

La oveja feroz
20.03.10

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