El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha dejado caer, así como quien no quiere la cosa, que en la próxima reunión de la filantrópica institución que él preside podría decidirse un aumento de los tipos de interés en abril, o sea, dentro de un mes. Pero lo curioso es que el mismo día, o al siguiente, el Euribor sube como nunca antes lo había hecho. ¿Quién gana y quién pierde con esta declaración anticipatoria? Los de siempre. Los bancos y los que supieran la noticia, ya han ajustado los mecanismos de acumular riqueza; los tiburones financieros, los buitres que se alimentan de pequeños ahorradores, ya han ojeado sus presas y ya han arrancado las primeras tiras de carne de los cuerpos hipotecarios de los más débiles. Y yo, triste de mí, inocente de mí, me pregunto. ¿No podría el señor Trichet haberse callado y haber subido los tipos cuando se le pase por los huevos, pero sin avisar antes? Sólo este precavido mutismo podría haber ahorrado un montón de dinero a millones de pequeños ahorradores. Pero claro, muchos amigos de este mandamás podrían no haber ganado nada. Yo sospecho, y lo digo, que estas insinuaciones han dado de ganar mucho a unos pocos a cambio del sufrimiento pecuniario de muchos. ¿Ha sido inocente? No. Inocente es el que cree que estas declaraciones son inocentes. ¿Habrá que empezar aquí, en la vieja Europa, revueltas como las que hoy encienden a los países del norte de África? Otra solución sería contratar a un Jean-Claude (Van Damme) para que rompiera la cara a otro Jean-Claude (Trichet)
La oveja feroz
8.03.11
martes, 8 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario