Los agentes cuyo papel en los interrogatorios es hacer de “poli bueno” se han declarado en huelga de actitud. Se quejan de que a ellos se les encomienda la tarea más pesada para un policía: ser atentos y considerados con los detenidos, mientras sus compañeros que hacen de “poli malo” pueden desahogarse insultando, pegando y torturando a los detenidos. Exigen rotaciones en los roles para así poder ejercer ellos también de poli malo o un plus salarial por represión de instintos. Como declaró a Noticias de acá y de allá uno de los huelguistas: “Esta represión de instintos me cuesta un pastón en psicólogos privados”. En la foto puede verse a uno de estos “polis buenos” aplacando con nicotina las ganas de hostiar a uno de los últimos detenidos que, por lo visto, “le había mirado mal”.
La oveja feroz
25.01.12
miércoles, 25 de enero de 2012
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