El “Día del orgullo guay” del colegio estatal Ramiro de Maeztu, de Alcorcón, programado por los profesores como un medio de enaltecer los valores lúdicos de los pequeños, se vio deslucido por una serie de sucesos incómodos que obligaron a suspender los actos. El suceso más embarazoso, y causante de todo lo que a continuación aconteció, lo proporcionó el profesor de historia don Pepón Calamaro, apodado “el sordo”, quien se personó en los actos ataviado con correajes de cuero y con un pantalón, también de cuero, que dejaba las nalgas al aire. Ante la alegría de los niños, que comenzaron a seguirlo y a gritar a su vera, los profesores le sacaron de allí gritándole “que es del orgullo guay, gilipollas, el orgullo guay”, al tiempo que otros le conminaban a ponerse los audífonos. Aclarado el malentendido, y pese a que el profesor fue enviado a casa en un coche de la policía, los niños, encandilados por el suceso, comenzaron a quitarse los pantalones y enseñar el culo: “como el sordo”, decían los pequeños, “como el sordo”. Ante el desmadre del alumnado, los profesores clausuraron el acto y enviaron a los niños a sus casas. A quienes no querían irse a casa se les castigó con una clase de religión.Noticias de acá y de allá ha averiguado que al profesor, hasta ese momento en el armario, se le ha concedido una excedencia sin límite de tiempo. “Hasta que se le cure la sordera, o lo otro”, ha declarado el director del centro.
La oveja feroz
09.04.12
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