Las
erratas, este animal que roe las entrañas de los libros y que mora en las
cloacas de la incuria tipográfica, podrá ahora erradicarse gracias a un nuevo
producto de los laboratorios Fija&Brilla, que han inventado un rociador
que, irrigado sobre los textos, harán que todas las erratas caigan al suelo, de
donde se podrán recoger con un simple aspirador o recogedor manual. De esta
manera se ahorraran puestos de trabajo, pues ya no se necesitarán correctores
de prueba o gramáticos que pulan los textos en busca de erratas, si bien pocos
serán los que pierdan su empleo pues ya los periódicos y las editoriales ya
habían prescindido de la mayoría de ellos, según se puede comprobar con la
lectura de los periódicos o libros. El autor de esta reseña declara haber encontrado
en la traducción de un libro de una conocida editorial constantes referencias a
Nueva Cork en un libro ambientado en Manhattan, Brooklyn, y barrios de la
famosa ciudad de los rascacielos. Y esto no es broma. Ahora, con el rociador
Fija&Brilla se podrán evitar estos errores que maculan los textos.
La
oveja feroz
11.02.14
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