Un inventor iluminado se dirige a los reunidos en una plaza: “Señores y caballeros, he inventado un método de transporte que les encantará, un vehículo al que amarán más que al resto de sus posesiones. Sólo tiene un pequeño inconveniente. Este vehículo causará unas 6.000 víctimas por año. En seis años diezmará una población equivalente a Huesca capital. ¡Eh, adonde van, no se vayan, por favor, les aseguro que terminarán amándolo...! ¡Se llama AUTOMÓVIL...!”
¿Quién, presentado de esta manera, con semejantes cálculos de víctimas, daría el visto bueno a un invento como el automóvil? Y sin embargo se mueve...
La oveja feroz
23.01.10
sábado, 23 de enero de 2010
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