Si yo tomara el libro La metamorfosis, de Kafka, y le cambiara el final haciendo, por ejemplo, que a punto de culminar la mutación el padre interviniera y, razonando con su hijo, consiguiera la regresión del proceso , la obra resultante ¿sería 100 % mía? Cierto que tomaría prestado más del 90 % de lo escrito, pero la novela sería tan diferente que nadie me podría quitar su paternidad. Esto sería aplicable a casi todas las obras literarias conocidas. El plagio como obra de arte. ¡Temblad, genios!
La oveja feroz
05.01.11
miércoles, 5 de enero de 2011
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