Cuando pones gasolina en el autoservicio de la gasolinera, ¿estás trabajando para la estación de servicio o para ti mismo? ¿O quizá para la multinacional que suministra el combustible? Cuando haces cola en la calle delante del cajero automático y luego tienes que realizar tú mismo la operación que fuera, ¿eres un cliente del banco o un puto cajero de banco no remunerado? Cuando te montas en casa un mueble de Ikea, ¿eres un manitas o un trabajador clandestino de la fábrica de muebles? Cuando coges la vez en el médico por Internet y rellenas infinidad de pasos, ¿eres un paciente evolucionado o un encargado del Insalud encubierto? Podríamos seguir y llegaríamos a la conclusión de que la automatización y nuevas técnicas de venta lo único que ha conseguido es que trabajemos para muchas empresas sin percatarnos de ello. Han conseguido estas empresas que los clientes trabajen… gratis. Y nosotros se lo agradecemos pagándoles el servicio que no nos dan o entregándoles el dinero que puede que no nos devuelvan nunca. Ah, los misterios de la vida moderna.
La oveja feroz
28.04.11
jueves, 28 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario