El
Banco Mundial, el FMI, el G-8 y la FIFA han presionado al Vaticano para que la
usura deje de ser pecado. A partir de este acuerdo, la Iglesia declarará la
usura y la avaricia como virtudes. A cambio, la Iglesia recibirá subvenciones
millonarias para hacer frente a los gastos derivados de las indemnizaciones por
pederastia contra muchos de sus sacerdotes. También la Iglesia tendrá acceso a
créditos blandos. Las bolsas han celebrado el acuerdo con grandes subidas. Las
empresas de calificación ha subido la nota crediticia del Vaticano a la triple
A. (Por cierto, la triple A era una organización terrorista argentina dedicada
a matar comunistas). Ahora ciertos grupos de aristócratas influyentes estudian
influir en el Vaticano para que la soberbia pase de pecado a virtud.
La
oveja feroz
25.06.14
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