La
boda de Mari Luz y Rafael, que contrajeron nupcias en la Basílica del Pilar el
pasado sábado, quedó deslucida por una mosquita muerta. La difunta estaba justo
en medio del merengue del gran pastel de boda. Los ojos de los asistentes no
podían apartar los ojos de esta mosquita muerta que deslucía el banquete. Lo
curioso es que cuando a Mari Luz le dijeron que una mosquita muerta estaba
desluciendo su boda, exclamó hecha una furia: “Esta puta de Anabel…”.
Posteriormente adujo que no sabía por qué había dicho lo anterior. En fin, tuvo
que ser un amigo del contrayente, un tal Rubén, quien con decisión cogiera al
bicho fiambre con dos dedos y lo apartara de allí. Al final todo pareció volver
a la normalidad, pero no fue así ya que los platos con tarta quedaron casi
todos intactos y lo que sobró hubo de dárselo a unos mendigos que había en la
calle, quienes al probarlo, dijeron que sabía un poco a carne. ¡Ah, que listos
son nuestros mendigos!
La
oveja feroz
14.06.14
No hay comentarios:
Publicar un comentario