lunes, 15 de febrero de 2016

Críticas cinematofágicas: Mamadeus

Mamadeus

Film del polaco norteamericanizado Ladislaw Dolarwitz que narra las peripecias de un joven Mozart en la corte del rey Luigi Arturi. Elegido Mozart músico de corte y con ficción, el relegado profesori Sañieri se la jura. De bandera el odio, Sañieri contrata a unos hermanos de la familia Briboni para que enreden a Mozart en sus correrías nocturnas, ya que el jovencísimo músico teutón es dado al jolgorio. Los hermanos Briboni llevan a Mozart a todos los garitos nocturnos de la ciudad, haciéndole beber en demasía, lo que produce que el músico sea conocido en palacio como Mamadeus. Pero Sañieri no contaba con los efectos iluminatorios de la priba, que no priva a las meninges del genial músico de componer. Y cuanto más mamado, más amado es por las musas. Bajo estados de embriaguez compone Mamadeus El rapto de su rollo, una ópera misteriosa y lasciva. También escribió la sinfonía “Venus” (posteriormente denominada “Júpiter” a instancias de la curia palaciega). Sañieri, mientras tanto se moría de envidia. Tanto es así que decide emborracharse como Mozart, pero sólo consigue resacas y no logra que le apoden Beodus, que era uno de sus fines. Por fin descubre la forma de acabar con Mozart. Trasladado por ciertas artes mágicas al futuro, regresa con un disco negro y un aparato de aspecto diabólico. En una de las actuaciones de Mamadeus en la corte del rey Arturi, Luigi, Sañieri coloca el aparato de aspecto diabólico detrás de una cortina y cuando Mozart se dispone a comenzar la función, de detrás de la cortina surge una música tan espeluznante que hace chirriar el gusto de todos los presentes. Creído el rey Luigi Arturi que la música es de Mozart, lo despide fulminantemente, restituyendo aun sonriente Sañieri al puesto de músico de corte y con facción. Mozart huye, se refugia en las sombras, y muere misteriosamente. Termina la película con el pérfido Sañieri quemando la cubierta del disco negro traído del futuro. El fuego lame el cartón plastificado y sólo se distingue una palabra de su portada: ... Perales... Película digna de abandonarse antes de que comience la canción del Perales.

Fred Cineman

15.02.16

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