Cansados de que la gente les ignore,
les insulte o los miren con conmiseración, los Testigos de Jehová han decidido
recurrir a una práctica apostólica más agresiva. Los proselitistas irán a
partir de ahora de cuatro en cuatro, dos de ellos hombre fornidos, que
acorralarán al transeúnte, le amenazarán y le meterán la Atalaya en el bolsillo
al tiempo que le hacen una foto con el móvil. Una vez realizado este primer
trámite, se le dirá al ciudadano a convertir, que la próxima vez que se lo
topen le preguntarán sobre el contenido de la revista apostólica, advirtiéndole
de lo que le espera si no responde adecuadamente.
La nueva técnica
proselitista viene obligada por el poco caso que los testigos encuentran cuando
tratan de hablar con los ciudadanos, quienes les rehúyen, llegando a cambiar de
acera para no tener que verse al alcance de sus Atalayas. Pasado un tiempo
prudencial, se evaluará la efectividad de este nuevo método, aunque ya se prevé
que no será peor que el anterior, a tenor de los nulos resultados obtenidos
hasta el momento. No descarta la jerarquía de esta secta, religión o lo que
sea, recurrir a medidas más drásticas, como bautizar por la fuerza en plena
calle o secuestrar al ciudadano hasta que admita su doctrina.
Todo a mayor gloria de
Jehová.
La oveja feroz
27.11.17