domingo, 25 de octubre de 2015

Críticas eliterarias: Pereira sostiene

Pereira sostiene
de
Andoni Tabique

Biografía del famoso forzudo portugués Pereira do Pazo. Durante la dictadura de Salazar, este forzudo de feria recorrió el país en un carromato, peregrinación que utilizaba para repartir propaganda comunista por las ciudades que visitaba. La clave para que los enviados por las células locales pasaran al carromato donde guardaba la propaganda era su frase: “Pereira sostiene”, frase que coincidía con el acto de sostener en alto algún objeto pesado, como las típicas bolas en los extremos de una barra de hierro, una matrona del Algarbe o la Enciclopedia Patriótica Coehlo, compuesta de 2 tomos y 128 apéndices. La policía comienza a sospechar porque la Enciclopedia Patriótica Coehlo tenía ya 132 apéndices y Pereira seguía utilizando sólo 128. Ese desfase arrojó dudas sobre su patriotismo y se le vigiló estrechamente. Pereira, que era muy fuerte pero poco perspicaz, no se dio cuenta de que era vigilado hasta que un día alguien le hizo notar que la audiencia estaba compuesta exclusivamente por miembros de la Guardia Civil Portuguesa en uniforme. Pereira, disgustado por esta circunstancia y por la escasa caja del día (los funcionarios de orden público no pagaban en los espectáculos) decidió hacer el número que le llevaría a la fama y posteriormente a la cárcel. Cogió Pereira el carromato entero, lo elevó por encima de su cabeza con un esfuerzo sobrehumano y al grito de “Pereira sostiene, sostiene manía, hijoputas”, arrojó el carromato sobre los guardias, causando una mortandad de doce números... y un cabo. Libro fuerte, muy fuerte, de Wan-dai Editores.

Leo Bücher
Crítico de su majestad

26.10.15

lunes, 19 de octubre de 2015

Psicoanálisis de diseño. Los famosos acuden a los psicoanalistas para crearse complejos y neurosis a medida.

El afán de los famosos y adinerados de crearse complejos y patologías psíquicas de diseño ha obligado a la profesión psiquiátrica a ampliar sus ramas de estudio. Como antes ocurriera con la cirugía estética, los profesionales dedicados a crear complejos y neurosis de encargo entre los famosos han encontrado un filón que les dará prestigio y dinero. Lo más demandado hasta la fecha son los clásicos complejos de Edipo y de Electra, así como las neurosis compulsivas controladas por medicamentos específicos. La histeria a la carta es otra de las enfermedades más demandadas, patología que los usuarios sólo utilizarán en ocasiones especiales: divorcios, funerales y desarreglos menstruales. Los jóvenes triunfadores suelen escoger el síndrome de Peter Pan, pues les da miedo crecer, y las viejas madonas del espectáculo eligen síndromes como el de Marilyn o Amélie. Snobs de la aristocracia inglesa podrán hacerse con el síndrome de acento extranjero, que consiste en hablar su lengua materna con acento extranjero. También se está ultimando el complejo de Harry Potter, especialmente dirigido a adolescentes que deseen creerse pequeños magos huérfano con poderes. Corruptos de postín podrán comprar el síndrome de Estocolmo, y así identificarse con el sistema judicial que los ha metido en la cárcel. Habrá para los hipocondríacos el síndrome de Münchhausen, con una variedad de enfermedades imaginarias en el paquete básico. No faltará el síndrome de Gobbi, que fingirá epilepsia, calcificaciones occipitales y celiaquismo. Para los que deseen llenar sus viviendas de basura podrán adquirir el síndrome de Diógenes.  Tampoco faltará el síndrome de Cotard para aquellos que quieran creerse muertos.
            La psiquiatría, como viene siendo habitual desde los tiempos de Freud, ha logrado salvar otro bache de prestigio y ha dado con un filón para volver a enriquecerse con las tonterías del melonar pensante que es el hombre.

La oveja feroz

19.10.15

lunes, 12 de octubre de 2015

Críticas cinematofágicas: Callo largo

Callo largo
Película de Hohn Juston para los estudios de la Paramount of Venus. Protagonizada por un joven Humpty Bogty y una lindísima Laurel Bucal, narra las peripecias de un gángster retirado en las poco rocosas costas de Florida. El gángster regenta un albergue que recibe huéspedes del Federal Bureau of Imserso (FBI). Un buen día se presentan en su establecimiento media docena de ex gángtsers colegas suyos, quienes le reclaman parte de un botín, según ellos, no repartido muy equitativamente. El gángster Ricky (Humpty Bogty) les aloja en unas habitaciones con vistas a la bahía y él se encierra en su habitación. Cuatro días más tarde los ex colegas de Ricky se extrañan de no verle y preguntan a la administradora (Laurel Bucal) qué pasa con Ricky. Avisado por la muchacha, Ricky baja a la sala de la senectud con una visible cojera. Alega que tiene un callo largo y que le roza con el zapato. A esta excusa le sigue la famosa frase de labios de Motty, el viejo gángster protagonizado por Eduardo Garcia Robinson: “No es precisamente un callo la chica que te has buscado” (She’s not precisely horny, buddy). Para escapar Ricky aduce una cita con su callista, pero los gángsters insisten en acompañarle y Ricky deja de cojear. En ese preciso momento doscientos ancianos de Cincinati llegan al Albergue de Ricky y montan un follón de mil demonios, lo que aprovecha Ricky para coger sus cosas, incluyendo a Laurel Bucal, y largarse. Los gángsters, al verse burlados, deciden continuar con el negocio del ocio y dedícanse a entretener a los ancianos con bingos caseros y bailes de saloon. Hohn Juston recrea de forma magistral el ocaso de unos gángtsers de tercera fila, fila que no aconsejamos para ver el film, so pena de agarrar una tortícolis de aúpa. 

Fred Cineman

12.10.15

lunes, 5 de octubre de 2015

Se crean museos donde se exponen secreciones de los famosos: mocos, babas y flujos menstruales, entre otros.

Se acaba de inaugurar en Phoenix, Arizona, el primer museo donde se exhibirá memoralia de famosos, pero no objetos cualquiera sino pertenencias muy, muy personales. Entre estos objetos de culto destacan: mocos de Elvis Presley, flujo menstrual de Marilyn Monroe, babas de Jim Morrison cuando estaba colocado, pedos (embotellados) de Eddy Murphy, caspa de Sean Penn, legañas de Madonna, pus de Bela Lugosi, recorte de uñas de Lady Gaga, cera de oídos de Rodolfo Valentino, sarro de los dientes de Edward G. Robinson, pústulas de Julie Andrews, roña de Mikey Rourke,  secreción vaginal de Samantha Fox, piel de exfoliaciones de Julianne Moore, botox sobrante de Renée Zelllweger, silicona de Victoria Beckham y, finalmente, la camisa que Santiago Segura utilizó en todos sus rodajes de las películas de Torrente, donde se dan con profusión toda clase de asquerosas secreciones.
A la entrada del museo se entregará al visitante un frasco de desinfectante y una tableta de antibióticos.

La oveja feroz

05.10.15