lunes, 27 de marzo de 2017

Críticas cinematofágicas: Salvar al soldado Pérez

Salvar al soldado Pérez

Película bélica hispanoli donde se quiere destacar el carácter compasivo del ejército español. El argumento es sencillo: a una madre extremeña, que tenía diez hijos de soldados en la guerra de Marruecos (aquí el espectador debe elegir si considera que se trata de un tiempo pasado o de uno futuro), le matan en la contienda a nueve de ellos. El alto mando entonces, apercibidos por un tío sacristán de la viuda, que tenía un primo que ejercía de machaca en el Alto Estado Mayor, decide salvar a éste décimo miembro de esta mujer, que esperaba a sus hijos para dedicarlos al pastoreo de la merina. El Alto Estado Mayor envía al teniente Llagostera a las montañas del Rif para rescatar a este último Pérez extremeño. La cosa se complica porque el teniente Llagostera es desviado a Canarias primero (algo que ver con un negocio de contrabando de emigrantes ilegales que llevaban a medias el capitán de la fragata y un constructor de Barbate). Total que el teniente Llagostera llega a Marruecos cuando ya ha finalizado la guerra. Se pone a buscar al soldado Pérez, pero éste no aparece. Al final, y después de tribulaciones sin cuento (porque si las contara no acabaría esta puta crónica) da con el soldado Pérez, ahora ex soldado, apalancado en una kasba de Tetuán, arrimado a una viuda rica marroquí que le trataba como un Pachá. Enterado por el teniente Llagostera de lo ocurrido a sus hermanos y que su madre viuda le necesita para el pastoreo, el ex soldado Pérez le dice al teniente que él no vuelve, que allí está mucho mejor que en el monte con las ovejas, que aquí podía meterla en vaginas más acogedoras y que encima no balaban, y además le alimentan, y que su madre se puede meter las putas merinas donde le quepan. El teniente Llagostera, que no quiere fracasar en su misión, urde un ardid para sacar al soldado Pérez de su confortable situación. Pero no os lo voy a contar, jodidos. Si queréis saber lo que pasa vais al cine, tacaños de mierda. Hala, a cascarla.
            El director, Josep Lluis Soga, ha contado para esta película con un elenco de actores jóvenes entre los que destacan Manuel Aleixandre y José Bódalo, que tuvo que ser desenterrado pero que, aún exhumado, lo hace muy bien.

Fred Cineman

27.03.17

lunes, 20 de marzo de 2017

Beber la propia orina

En Japón un monje budista manifestó que se bebía su propia orina como medida de salud y poseía muchos seguidores. En la India hay hindúes que beben su propia orina para alcanzar cotas más altas de espiritualidad. Incluso el Primer Ministro de la India confesó ante las cámaras de televisión que había bebido su propia orina. Finalmente decidí intentarlo yo mismo y quiero compartir con vosotros lo que descubrí.
            El beber tu propia orina no te eleva a ningún nivel más alto de espiritualidad. Es la decisión de beber tu propia orina la que lo consigue. Una vez que has decidido beber tu propia orina, ya has recorrido la mitad del camino. Si eres capaz de trascender ese tabú en tu mente –un tabú que se aprende en la cuna, antes incluso de saber hablar‑, entonces se transforma en una mera cuestión de gustos. Mmmm, un poco salado para mi gusto. Ese es el secreto: el trascender un tabú te libera de un condicionamiento permanente y abre tu mente a nuevas posibilidades.

(Paul Krassner)