jueves, 29 de septiembre de 2011

Una de cal: Discurso de Unamuno en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, 1936.

Ya iniciada la Guerra Civil, Salamanca convertida en cuartel general de la insurrección, Miguel de Unamuno, que previamente había criticado a la República por su mal hacer, en medio de todas las fuerzas del alzamiento, pronunció este discurso:
«Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. Callar, a veces, significa mentir, porque el silencio puede interpretarse como aquiescencia.
»Había dicho que no quería hablar, porque me conozco; pero se me ha tirado de la lengua y debo hacerlo. Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo he hecho otras veces. Pero no, la nuestra solo es una guerra incivil. Nací arrullado por una guerra civil y sé lo que digo. Vencer no es convencer y hay que convencer sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión; el odio a la inteligencia, que es crítica y diferenciadora, inquisitiva, mas no de inquisición. Quisiera comentar el discurso (por llamarlo de alguna forma) del profesor Maldonado. Dejemos aparte el insulto personal que supone la repentina explosión de ofensas contra vascos y catalanes. El obispo, quiera o no, es catalán, nacido en Barcelona, para enseñaros la doctrina cristiana, que no queréis conocer, y yo, que, como sabéis, nací en Bilbao, soy vasco y llevo toda mi vida enseñándoos la lengua española, que no sabéis. Eso sí es Imperio, el de la lengua española, y no... ».
(En este punto, Millán Astray, que llevaba un buen rato nervioso, golpeaba con su única mano la mesa e interrumpió con impertinencia: «¿Puedo hablar? ¿Puedo hablar?». Hizo entonces uso de la palabra. Suelta bufidos, voces, vítores. Finalmente Unamuno pudo retomar el hilo de su discurso):
«Acabo de oír el grito necrófilo y sin sentido de ¡Viva la Muerte! Esto me suena lo mismo que ¡Muera la vida! Y yo, que me he pasado toda la vida creando paradojas que provocaron el enojo de los que no las comprendieron, he de decirles, como autoridad en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. Puesto que fue proclamada en homenaje al último orador, entiendo que fue dirigida a él, si bien de una manera excesiva y tortuosa, como testimonio de que él mismo es un símbolo de la muerte. ¡Y otra cosa! El general Millán Astray es un inválido. No es preciso decirlo en un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven como norma. Desgraciadamente hay hoy en día demasiados inválidos en España. Y pronto habrá más, si Dios no nos ayuda. Me duele pensar que el general Millán Astray pueda dictar las normas de psicología de las masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, que era un hombre (no un superhombre) viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como dije, que carezca de esa superioridad del espíritu, suele sentirse aliviado viendo cómo aumenta el número de mutilados alrededor de él.
»El general Millán Astray no es uno de los espíritus selectos, aunque sea impopular o, quizá por esta misma razón, porque es impopu¬lar. El general Millán Astray quisiera crear una España nueva (creación negativa sin duda) según su propia imagen. Y por ello, desearía ver a España mutilada, como inconscientemente dio a entender».
(En este punto interrumpió Millán Astray al grito de «¡Muera la inteligencia!», matizado por un José María Pemán que intentaba restañar lo irrestañable con el de «¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!». Es imaginable la pita que se armó entre falangistas, profesores y público, frente a un viejo que se había atrevido a decir lo que nadie en España, en aquellas circunstancias, habría sido capaz de espetarle a un ser moralmente tan repulsivo. Cuando la grita remitió y se hizo de nuevo el silencio, Unamuno pudo proseguir)
«Este es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir, necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que penséis en España. He dicho».

En ese momento Carmen Polo, escudada en Pemán, le dio su brazo, y así, amparado por la mujer del ya proclamado Jefe del Estado pudo salir ileso del lugar.
(El discurso, y los paréntesis en cursiva, los he tomado de Andrés Trapiello, de su libro de lectura obligatorio Las armas y las letras)

La oveja feroz
29.09.11

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Libros para olvidar la vida

Primero fue Kafka y su carta al padre. Ahora toma el relevo este libro:










La oveja feroz
21.09.11

viernes, 16 de septiembre de 2011

¿Ya no hay milagros?

El escritor Anatole France fue una vez a Lourdes. Al ver en la gruta amontonadas muletas y anteojos, France preguntó:
-¿Cómo? ¿Y no hay piernas artificiales?
Y es que devolver el andar a un renqueante no deja de ser un milagrillo de nada, pero hacer renacer un miembro entero, eso sí que hablaría de la omnipotencia de Dios.
Esto de los milagros, de todas maneras, tiene su busilis. Por ejemplo, un clérigo que descreía del mormonismo fue a visitar a Joseph Smith, el profeta de este credo, y le pidió un milagro. Smith le contestó:
-Muy bien, señor. Lo dejo a su elección. ¿Quiere usted quedar ciego o sordo? ¿Elige la parálisis, o prefiere que le seque una mano? Hable, y en el nombre de Jesucristo yo satisfaré su deseo.
El clérigo, cogido de sorpresa, dijo entre balbuceos que no era ésa la clase de milagro que él había solicitado.
-En tal caso, señor -dijo Smith-, usted se va a que¬dar sin milagro. Para convencerlo a usted no perjudicaré a otras personas.
Y es que si con sólo pedirlo a su Dios, alguien pudiera hacer que un semejante perdiera el ojo, el hijo, o muriera, quedarían en la tierra una centena de cafres que no se han enterado que existía ese poder.
Te alabamos, Señor.

La oveja feroz
16.09.11

domingo, 11 de septiembre de 2011

In memoriam 11-S

Los atributos ominosos que parecen confluir en el número once se encuentran también en uno de los acontecimientos más impactantes del recién estrenado siglo XXI, como lo muestra la siguiente glosa:


El número 11 y el desastre de las Torres Gemelas
de Nueva York

Unos días después de producirse el luctuosos suceso que destruyó las Torres Gemelas de Nueva York, apareció por diversos medios, sobre todo por Internet, una interpretación numerológica de dicho desastre, como si todo estuviera profetizado en ese ominoso número. Estos son los detalles:
 Las Torres Gemelas, vistas en conjunto, semejan un número 11
 La fecha del ataque fue el 11/9, y 1+1+9=11
 El 11 de septiembre fue el día 254 del año, y 2+5+4 = 11
 Desde ese día, y hasta el fin de año, faltaban exactamente 111 días.
 Rascacielos en español y en inglés (skyscrapers) tienen 11 letras.
 El prefijo telefónico de EE.UU. es el 1, y el de Nueva York el 201, luego para llamar del extranjero a Nueva York hay que marcar 1201, y 12–01 = 11
 Nueva York fue el Estado número 11 en adherirse a la Unión
 Diversas palabras relacionadas con el desastre y que poseen 11 letras: New York City, Afghanistan, Guerra santa, Guerra sucia, The Pentagon, Colin Powell, George G. Bush...

A ello debiera añadirse que en el tarot, la carta número 11 se corresponde a La justicia (ver entrada anterior). ¿Quiere decir que se trató de un acto de justicia?
Por último, si hubiérase consultado el oráculo chino I Ching, en el hexagrama 11, T’ai (la paz), habiendo sacado un seis en la primera línea, el pronóstico hubiera sido:
La muralla se desploma de vuelta al foso.
Ahora no emplees los ejércitos.
En la propia ciudad proclama tus órdenes.
La perseverancia trae humillación.

Visto así, pareciera que todo estaba predestinado...


Como curiosidad añadida, resaltar que uno de los objetivos de los terroristas de los atentados del 11S, El Pentágono, como se conoce al cuartel general de las fuerzas armadas estadounidenses, comenzó a construirse un 11 de septiembre, esta vez de 1941. Onces por doquier.

La oveja feroz
11.09.11

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El chochín

Sé que muchos buscáis en las páginas que siguen, despistados por el título, un comentario de índole sexual, un divertimento donde se explaye uno sobre el órgano reproductor femenino desde la perspectiva de una desinencia cursi del mismo. Pues os jodéis. El chochín es un pájaro muy pequeño. Se alimenta únicamente de unos pocos granos, hace su nido en una sola rama, no puede volar más que unos pocos metros, apenas ocupa espacio y no hace daño. Su equivalente sexual sí hace daño. Por lo menos después de usado. Las plumas del chochín son grises; no es útil a la especie humana, pero existe en la naturaleza. Y eso le salva. Los patos y los gansos pueden volar hasta las nubes, pero son abatidos por los cazadores, pues su carne es apreciada. Los martín pescadores y los pavos reales mueren porque su plumaje es hermo¬so. El halcón es fiero, pero se le mantiene atado; el jilguero y el canario son alegres y vistosos, pero se los encierra en jaulas y se les obliga a cantar. Sólo el pequeño chochín, feo y sin ningún valor, es libre. Chang Hua, en el siglo III, dedicó al chochín una famo¬sa rapsodia o poema en prosa rimada (ju). ¿Cuántos poemas conocéis dedicados a ese otro chochín que nos vuelve locos? Vale, está bien, miles de ellos. Pero el chochín tiene alas, y sin necesidad de Auxonia.

La oveja feroz
07.09.11


sábado, 3 de septiembre de 2011

Mentiras compartidas… de nacimiento:

. Sobre gustos no hay nada escrito. Mentira. Hay millones de páginas escritas sobre gustos. Miles de libros.
. La excepción confirma la regla. Mentira. Si hay una excepción ya no hay regla. Pregunten a los científicos.
. A quien madruga dios le ayuda. Mentira. Pregunten a todos los obreros que se levantan antes del alba para ir a sus míseros trabajos y compárenlos con los banqueros que desayunan de día en sus casas con grandes ventanales.
. Es mejor dar que recibir. ¿A qué mente cata se le habrá ocurrido esta memez? No merece la pena ni refutarla.
. El vago trabaja doble. Serán los vagos que yo no conozco. Estos no dan golpe.
. El amor entra por la cocina. Como no se trate de que una tía buenísima se presente a hacerte la comida…
. Dime con quién andas y te diré quién eres. Sabes quién soy, capullo, dime con quién ando.
. Barriga lisa no necesita camisa. ¿Tampoco en invierno?
. Borrón y cuenta nueva. Ahora con los ordenadores ya nadie utiliza tinta, por lo tanto no hay borrones. ¿Cambiar por “doble tachado” y cuenta nueva? ¿Por “cortar” y “enter”?
. Pan con sudor, sabe mejor. Con sudor que se lo coma su puta madre. Con chorizo o jamón está mejor. Ni comparación.

Y así podríamos ir “deconstruyendo” casi todos los refranes de esta tierra de refraneros. Y ya se sabe que hombre refranero, maricón o putero.

La oveja feroz
03.09.11