martes, 30 de agosto de 2011

El regalo perfecto para ese amigo rarito...

Si tiene usted un amigo rarito, pero rarito rarito, de esos de tez pálida que hace oposiciones para tanatorios y morgues, éste es el regalo indicado:














Haga su pedido ya, pues la demanda es mayor de lo que se esperaba.

La oveja feroz
30.08.11

viernes, 26 de agosto de 2011

Cuidado, mujeres, Strauss-Kahn está libre

Strauss-Kahn ha sido puesto en libertad. Un juez (blanco) en el país dominado por blancos ricos ha considerado que un millonario blanco (Strauss-Kahn) no es culpable del delito del que se le acusaba y lo ha dejado libre sin cargos. ¿Cómo ha ocurrido? ¿Se han verificado los hechos y demostrado que no hubo violación ni violencia por parte del acusado contra la camarera negra? No. La razón es más peregrina. La razón es que el juez considera que la acusadora, una camarera negra y pobre, no tenía credibilidad. Repito: no tenía credibilidad. Y es que, parecen razonar los varones blancos de la judicatura estadounidense, ¿cómo puede tener credibilidad una inmigrante de color que en el país de las oportunidades no ha logrado ser millonaria, montar su propia empresa, o sus empresas, especular en bolsa y esas otras ocupaciones que confieren credibilidad?
Pero el sistema judicial norteamericano no es la Justicia. Ni siquiera son parientes lejanos. La Justicia está por encima de jueces y abogadillos y bufetes, incluso por encima del dinero. Strauss-Kahn podrá haber sido declarado inocente por jueces blancos estadounidenses, pero no ha sido declarado inocente ante la Justicia como regla de valores éticos de la sociedad. En mi corazón, que participa de ese consorcio ético que he denominado Justicia, Strauss-Kahn continua siendo culpable. Lo dicho, mujeres del mundo, tened cuidado.

La oveja feroz
26.08.11


lunes, 22 de agosto de 2011

Nerón degenerado

Nerón decía: Quam vellem nescire litteras! (¡Querría no saber escribir!) Nerón aspiraba al no lenguaje de las bestias. El emperador se esforzó por hacer del bestialismo una suerte de teatro. Tres fuentes lo confirman.
En Suetonio (Vida de los doce Césares XXIX, 1): «Nerón prostituyó su pudor hasta tal punto que, después de haber mancillado todas las partes de su cuerpo, acabó ideando esta nueva forma de juego (lusus): vestido con la piel de un animal salvaje (jerae pelle contectus), se lanzaba desde una jaula (cavea) sobre las partes pudendas (inguina) de hombres y mujeres atados a un poste (stipidem) y, después de haber saciado abundantemente su lubricidad, se entregaba a su liberto Doriforo.»
En Dión Casio (Historia de Roma LXIII, 13): «Después de haber ordenado atar a un poste en forma de cruz a muchachos y muchachas desnudos (gymnás), se envolvía con la piel de un animal (doran theríou), se abalanzaba sobre ellos, los asaltaba impúdicamente y movía los labios como si estuviera comiendo algo (hósper esthíon).»
En Aurelio Víctor (De Caesaribus V, 7): «Ordenaba atar juntos a hombres y mujeres como si fueran criminales y, después, vestido con la piel de un animal, hurgaba con la cara en los genitales de ambos sexos (utrique sexui genitalia vultu contrectabat) y, con mayor infamia todavía, incitaba a las parejas a cometer inmundicias aún más abyectas (exactor).»
Ríanse ustedes de Hannibal Lecter, o de Strauss-Kahn.

Por cierto, la información está tomada de Patrick Quiqnard: El sexo y el espanto.

La oveja feroz
22.08.11


lunes, 15 de agosto de 2011

Activo o pasivo

Las costumbres romanas son rigurosas: la sodomía y la «irru¬mación» son virtuosas; la felación y la pasividad anal son infames. Pedicare era sodomizar el ano. Irrumare era sodomizar la boca. Fela¬ción es una palabra moderna que dice mucho acerca de la sociedad que la ha elegido. Felfare, chupar espontáneamente, es incom¬prensible para un romano. Solo es posible irrumare activamente al congénere, es decir, obligarlo a que reciba en la boca el fascinus (pene en erección), obligarlo a lamerlo y a mordisquearlo hasta obtener su savia. ¿Savia sabia? Esto nos cuenta Pascal Quignard en su librito El sexo y el espanto. ¿Alguien se espanta?

La oveja feroz
15.08.11

jueves, 11 de agosto de 2011

Cartas de recomendación

Hasta hoy las cartas de recomendación eran propias de las clases bajas: sirvientes, empleados de comercio, subalternos de toda condición. En la carta, un empleador o amo anterior daba informes positivos del sujeto: hombre probo, mujer trabajadora, persona que acude con regularidad a la iglesia, etc. Este proceder debe cambiar. Debe exigirse un certificado de buena conducta al empleador, al señor que quiere contratar criados y sirvientes, al dueño de los comercios que han de emplearnos. Deben presentarnos a nosotros, los dispuestos a aceptar esos puestos, credenciales que les acrediten como personas honestas, de buena conducta y trato agradable y una confirmación de que están al día en el pago de impuestos o otras tasas fiscales. Las credenciales de buena conducta no deben ser sólo para el empleado sino también para el empleador. Y con más motivo. Él, si el empleado no cumple, le despide y ya está. Pero si un empleador es un corrupto o un sinvergüenza, el empleado se queda sin cobrar sus emolumentos, poniendo a su familia en peligro de pasar hambre. Y no puede hacer nada, pues sus recursos no dan para contratar abogados. Impongamos las cartas de recomendación para empleadores y empresarios. Añádase esta reivindicación a las demás del movimiento de indignados del 15 M.

La oveja feroz
11.08.11


domingo, 7 de agosto de 2011

Los superhéroes americanos atacan de nuevo

De nuevo nos atacan los superhéroes norteamericanos. En pocas semanas dos películas han venido a ensombrecer el árbol neuronal patrio: Linterna verde y El capitán América. Hay que ser gilipollas para denominarse Linterna verde. ¿Qué poderes puede tener un tipo así llamado? ¿Te deslumbrará con un haz de color verde? ¡Qué estupidez! ¿Por qué no Alpargata marrón, o Secador de pelo amarillo? Manda huevos. Y por último nos llega un superhéroe que tiene un escudo con la bandera de EE.UU. pintada en el mismo. ¿Pero qué se creen que son esos tipos? Seguro que se reirían si apareciese un superhéroe mexicano con la bandera de México en el escudo y repartiese estopa a todos los marines. O mejor, un superhéroe denominado Capitán Cuba, con la bandera cubana pintada en su escudo. Un superhéroe que llevase siempre un habano prendido en la boca y jodiese a la Cia y a las grandes compañías norteamericanas. ¿Os lo imagináis? Ellos, no. No pueden pensar en otros superhéroes que no sean de los suyos. Y total, ¿Qué es Spiderman, el hombre araña? Sabido es que el animal que aguantará cualquier hecatombe radiactiva es la cucaracha. ¿Por qué lo Cucarachaman? Ése sí que sería un héroe invencible, ni con isótopos de uranio podría ser vencido. Un superviviente nato. Y seguramente más inteligente que los actuales superhéroes. Superman, qué mierda. Tiene que cambiarse de traje en cabinas telefónicas. En España lo haría en locutorios, pues las cabinas están rotas y desmanteladas. ¿Y Batman, que parece un seminarista con antifaz de carnaval? Esto sí que molaría: Sacerdoteman. A repartir hostias por derecho divino. Con faldas negras y capa talar. Y ese sombrero de ala ancha y redonda de los curas preconciliares. Para días de fiesta, traje de obispo. Pero no, no admiten estos norteamericanos sino sus propios héroes. Pues ellos se lo pierden. Advertencia final: Todo aquél que se atreva a ver Capitán América o Linterna verde, que acuda al centro hospitalario más cercano para hacerse una urgente transfusión de neuronas. La necesita.

La oveja feroz
07.08.11