lunes, 18 de enero de 2021

Críticas cinematofágicas: Esta cosa es una ruina

 

Críticas cinematofágicas: Esta cosa es una ruina



Esa cosa es una ruina

 

Comedia que presenta a unos recién casados en viaje de novios. Llegan a un hotel de Acapulco y se prestan a iniciarse en los deberes conyugales. Después de aguantar todo tipo de bromas y alusiones de los empleados mexicanos del hotel (a ella se le da incluso un racimo de plátanos con la leyenda: úsese en caso de necesidad), se encierran en la habitación y se desvisten. En ese primer encuentro el marido no puede cumplir. Alega cansancio del viaje. El segundo día la excusa es los chiles del restaurante y al tercer día el agobio del calor. La mujer comienza a mirar a los plátanos, que ya comienzan a marchitarse, con un nuevo tipo de hambre. Así, excusa tras excusa, transcurren los diez días de luna de miel. Se despiden del hotel, él abochornado y ella con un nuevo acopio de plátanos para llevarse a Colorado, donde viven. De vuelta en su ciudad, él pide tiempo para recuperarse y consulta con varios médicos y con dos curanderas. Los médicos le animan y le pasan unas minutas de escándalo, las curanderas se ríen y le dicen que no tiene remedio, que esa "cosa" es una ruina. La cosa termina bien, en unos diez centímetros, pero cuando la mujer ya se ha largado con el lechero y el marido ha descubierto que quien en realidad le gustaba era el botones de la oficina donde trabajaba. Convincente Tom‑Tom Honks en el papel de marido y discreta Goldie Jaw en el suyo. La película consiguió el premio del jurado del New York Gay Association Festival.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad