Asolo ante el peligro
Western del director John Four (se rumoreaba
que eran más de uno) con un insuperable Guiri Copper en el papel de héroe
solitario. El sheriff de una pequeña población del Oeste es conocido por causar
estragos cada vez que se sentía en peligro: ventanas rotas por los disparos,
establos quemados, ciudadanos heridos, subidas de impuestos. Para evitarlos,
los ciudadanos le ocultaban cualquier problema que pudiera surgir, aprestándose
a solucionarlo ellos mismos. Saben que si el sheriff se siente en peligro,
asola a la población causando más daño que las posibles acciones de los
delincuentes. Cierta vez anuncia su llegada al pueblo un famoso criminal
buscado por veinte Estados, bandolero que respondía al nombre de Adolf Reagan.
El bandido anuncia su llegada al pueblo en el tren de las cinco y cuarto, un
mercancías algo cochambroso, pero barato. El sheriff anuncia que acudirá a su
encuentro y se enfrentará sólo al peligro. Los habitontos, ante este anuncio de
catástrofe, abandona el pueblo por precaución. El día de la llegada del
bandolero, el sheriff camina hacia la estación pausadamente a través de un
pueblo desierto. Matorrales secos cruzan la polvorienta calle. Llega a la
estación. Llegan las cinco y cuarto. El tren no acude. El sheriff mira el
nombre de la compañía ferroviaria. No es RENFE. No lo entiende. Llegan las
seis. Nada. A las nueve de la noche arriba una diligencia con los viajeros del
tren, que ha cascado en la estación de Break Down Creek. Sale de la diligencia
el afamado Adolf Reagan, se acerca hacia donde está el sheriff, se planta
delante y le pregunta a bocajarro por qué no hay nadie en el pueblo. El sheriff
contesta con una frase que se haría célebre en la historia del cine: "Es
que yo asolo ante el peligro." Clásico western para clásicos amantes del
western.
Fred
Cineman
Crítico de su majestad