Críticas cinematofágicas: Las
últimas de Filipinas
Las últimas de Filipinas
Película histórica que narra los avatares de
un montón de chicas de servir que sufrieron un parón a causa de la guerra de
independencia contra España. A finales del siglo XIX, un grupo de valerosos
combatientes en tierras filipinas, vieron como las tropas yanquis, mejor
pertrechadas y con provisiones inagotables de goma de mascar y chocolatinas no
latinas, iban a expulsarles del paraíso tropical. Antes de claudicar,
decidieron dar un golpe de mano y trabaron amistad con un chanchullero nativo
que respondía al nombre de Presley. Juntos montaron una organización
clandestina para seguir exportando muchachas de servir hacia España cuando
aconteciera la dominación yanqui, ya inevitable. La única condición que puso el
tal Presley fue que una de sus nietas debía entrar a servir en casa de un
futuro cantante, pero que ya les diría el nombre más adelante, que la pitonisa
no lo tenía todavía muy claro. Y las tropas españolas fueron vencidas (eso sí,
honrosamente) y los yanquis prohibieron la exportación de chicas a España, mas
no a su país. Las últimas de Filipinas fueron traídas por las tropas españolas
(vencidas pero con honra, sin barcos pero con honra) en su repatriación. Pero
el pacto siguió vivo y tan pronto como los yanquis pusieron a un gobierno
nativo, la exportación de chicas continuó. Y llegó el día en que la nieta de
Presley decidió elegir cantante... Alfredo Flores Mayo está convincente en el
papel de Vicente, el capitán de las tropas españolas. De las indígenas,
destacar la actuación de Chabeli Misas. Película patrihortera pero con
sorprendente visión de futuro.
Fred
Cineman
Crítico de su majestad