martes, 29 de septiembre de 2009

OJO CON LA INFORMÁTICA - I

CONSEJOS PRÁCTICOS
EN PILDORAS DULCES


¡Ojo donde aprendéis!




Te alabamos, Señor... Gates

domingo, 27 de septiembre de 2009

La justicia como no cachondeo

Al presidente de Telefónica, señor César Alierta, le han prescrito los delitos de enriquecimiento indebido por los que estaba siendo juzgado. De los otros, por los que no se le juzga, no se sabe nada. Está visto que este César no encuentra su Bruto. ¡Qué suerte tienen algunos! A los Albertos también les prescriben los delitos. Y es que eso de llevar gabardina, además de poder exhibirse a la puerta de los colegios, reviste de impunidad judicial. Mal fario les afecte. Cabrones. La justicia no es un cachondeo, es algo peor. Si fuera un cachondeo podríamos reírnos todos. Pero no, algunos lloramos para que se rían los de siempre. ¡Puto país!

La oveja feroz
27.09.09

jueves, 24 de septiembre de 2009

Siete anuncios prohibidos

A continuación les presento una lista de anuncios publicitarios prohibidos por la gazmoñería de los medios, esos instrumentos de poder que nos tiranizan con lo políticamente correcto. Lo políticamente correcto, entérense, es decir la verdad, capullos. En fin, es que me enciendo. Veamos esos anuncios prohibidos:
1. FNAC. "Discusiones elevadas 1"
Este anuncio fue el primero de una serie de ellos dirigidos por Álex de la Iglesia. Un cliente y un vendedor de DVD's discuten sobre la última película de Kubrick y llegan a las manos. El slogan: "Discusiones elevadas, sólo en la FNAC". Lo retiraron de los medios porque fomentaba la violencia. Y tienen razón, porque me gustaría poner una bomba a las sedes centrales de estos subnormales de comunicadores.
2. La Sexta. "El derby"
En el anuncio se ve un accidente de coches igualito al de Robert Kubica en Montreal. Parece un golpe mortal, pero el conductor se pone de pie. "No es buen momento para morir", dice el anuncio, "el 10 de marzo, Barça vs. Real Madrid por La Sexta". Los teléfonos chillaron (bueno chillaron los energúmenos adictos a la COPE y organizaciones hipócritas afines), y levantaron el anuncio.
3. Axe. "El perchero"
La publicidad de Axe es famosa por su lúbrica originalidad y cada vez que se emite un anuncio en este país, las feministas, como si lo olieran, y comienzan a moverse, a quejarse y a objetar. No entienden ironías, las feministas. En el anuncio al que nos referimos un chico perfuma a su perchero para que su novia baile.
4. Amstel. "Hombre o mujer"
En el anuncio tres chicos no se ponen de acuerdo sobre como valorar a una mujer. Uno de ellos se acerca a la chica y le pregunta que es el fuera de juego. La chica responde con seguridad. Las feministas no lo consideraron conveniente y se eliminó.
5. Volkswagen. "Cambio directo"
Dos chicos juegan a conducir un coche en el portal de su casa. Uno hace los cambios y el otro comienza a ponerse colorado por el esfuerzo. A la gente normal le parecía gracioso pero cierta Asociación de Amas de Casa Aburridas consideraron esta publicidad perjudicial para sus hijos.
6. Muebles Rey. "Aprovéchate"
En el anuncio aparece una doble de la princesa Letizia promocionando las ofertas de una tienda de muebles. El slogan "Aprovéchate del Rey" le puso los pelos de punta a muchos. Fue eliminado.
7. ETB. "Nasí soso"
La televisión de Euskadi presenta en este anuncio a un andaluz que nació sin gracia. Después de trajinar por la vida con esa cruz, llega al País Vasco y descubre ETB, "la sal de la vida", y por fin puede sonreír. Los andaluces se sintieron degradados. Y el anuncio fue retirado.

En fin, la estupidez humana no tiene medida. Siempre habrá un gilipollas que no esté de acuerdo con algo, y cuanto más gilipollas sea esta persona, más poder suele detentar.

La oveja feroz
24.09.09

lunes, 21 de septiembre de 2009

¿Árboles genealógicos o genea-ilógicos?

Lord Mountbatten, primo de Isabel II, proclamó en cierta ocasión que podía trazar la línea de sus reales ancestros hasta los tiempos de la conquista normanda, allá por el año 1066. ¿Impresionante, verdad? Pero hagamos un poco de aritmética. Mil años de historia son aproximadamente unas 40 generaciones. Cada uno de nosotros tenemos dos ancestros: padre y madre. Pero a su vez tenemos cuatro abuelos y ocho bisabuelos. Para cada generación que remontemos, el número de nuestros ancestros se duplica. Matemáticamente explicado, en 1000 años cada uno de nosotros hubiera acumulado 2 elevado a 40 ancestros, aproximadamente un trillón de personas. ¿Alguien cree verdaderamente que el imbécil de Lord Mountbatten era capaz de recordar un trillón de ascendientes? Con esta pequeña anécdota matemática queremos decir dos cosas: 1) que ninguna persona puede alardear de recordar sus ancestros si se remonta a más de 5 ó 6 generaciones, 2) que puesto que en la Tierra no han habitado un trillón de personas desde que surgió el homo sapiens, se deduce que Lord Mountbatten y el zapatero más humilde del reino de su Majestad Británica han tenido que compartir miles de ancestros. Para terminar con su extrema presunción, yo le hubiera informado al desaparecido Lord Mountbatten de dos ancestros que seguro ha tenido: hace medio billón de años su ancestro fue un pez y hace dos billones de años, un microbio.

La oveja feroz
21.09.09


martes, 15 de septiembre de 2009

Demasiada precocidad no augura nada bueno

John Stuart Mill, filósofo social inglés, aprendió griego a los tres años de edad. A los cin­co, leía verdaderos tochos de clásicos de la historia. Con seis, dominaba los fundamentos de la geometría y del algebra. Con siete, leía a Platón en griego. A los ocho empezó a estudiar latín y a dar clases a sus hermanos más pequeños. Con diez, leyó la obra Principia Mathematica de Newton, al alcance sólo de genios o equivalente; también con diez años escribió su primer libro, que trataba de los principios básicos del gobierno romano. A los doce estudió lógica y leyó a Aristóteles. Con trece años se dedicó a la economía política y a la obra de Adam Smith, Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones. A los catorce años viajó a Francia durante un año, aprendió francés, quími­ca y botánica y tomó apuntes sobre la cultura del país. Ya había leído a los filósofos de la Ilustración a los dieciséis. Con diecisiete años se convirtió en funcionario de la Compañía de las Indias Orienta­les al tiempo que publicaba artículos en la prensa. A los veinte sucumbió a una fuerte depresión. Sólo le faltó suicidarse a los veintidós para haber cumplido el ciclo perfecto del humano no humano.

La oveja feroz
15.09.09


«Si crees que estás emancipada, prueba tu propia sangre menstrual. Si te pones enferma, es que todavía te que­da un largo camino por recorrer, tesoro».
(Germaine Greer, La mujer eunuco)

sábado, 12 de septiembre de 2009

Octava epístola a los adefesios

Queridos adefesios:

Hoy quiero hablaros de un tema muy peculiar, un asunto que podríamos titular, abiertamente:

DEL ASESINATO CONSIDERADO,
COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES


“Cito, tuto et jucunde” (Pronto, seguro y alegremente)
(Aforismo médico de Celso, lema de los verdugos españoles)


Hay muchas formas de matar, tantas como de amar, tantas como de vivir. Pero mientras vivir puede hacerlo cualquiera, y amar, la mayoría, matar presupone una singularidad al alcance de muy pocos. Y no digamos el matar bien. El asesino considerado, el artista del crimen, es rara avis. Hablemos de estas personas que matan por afición, por amor al arte, por Weltanschauung. Lo primero que debe tener en cuenta un asesino considerado, es la pulcritud y la eficacia. Un crimen chapucero despierta en el público la misma respuesta que una mala obra de teatro. Sólo que los pitos y el pataleo se traducen aquí en airados artículos de prensa y en comentarios de iracundas comadres en el mercado. La propia víctima estaría de acuerdo en que morir de una certera cuchillada es preferible a desangrarse en lenta agonía por culpa de una docena de endebles pinchazos propinados con unas tijeras de costura.
Los grandes asesinos, aquellos que están a la altura de sus crímenes, logran fama imperecedera. Jack el destripador es tan inmortal como Cervantes, Bruto tan conocido como César, Manson supera en renombre a la mayoría de los artistas de su tiempo. Y su influencia en la historia no es menos decisiva. ¿Qué hubiera sido del mundo si Hitler hubiera tenido su Ostwald, si César hubiese hecho caso de los auspicios y no hubiera acudido al senado esa mañana, si Trosky se hubiese exilado en Marruecos? Otro gallo nos hubiera cantado. O nos hubiera oprimido. Pero quién sabe.
Comentemos brevemente los diferentes tipos de asesinato en función del arma empleada. La muerte con cuchillo necesita de un ejecutor pulcro, de brazo enérgico y con conocimientos básicos de anatomía. Lo perfecto, lo artístico, en esta clase de asesinato, es asestar un solo golpe en el lugar idóneo. Y a ser posible que la empuñadura tapone la herida para impedir que escape la sangre. Esta especialidad es poco apropiada para mujeres, quienes suelen propinar muchas cuchilladas, y débiles, allá donde les va la mano. El resultado es una víctima insatisfecha, además de dejar todo perdido de sangre. La especialidad de las mujeres es el veneno. En esto son maestras. El veneno es un arma silenciosa y sutil que sólo necesita del dominio en el condimento y la mesura. La fuerza sobra, incluso estorba. La mujer siempre se ha destacado en la preparación de pócimas, bien sea por su tradicional papel de cocinera en el hogar, bien por un pasado atávico donde se mezclan los ensalmos y los ungüentos. La víctima apenas si nota un ligerísimo amargor en la sopa minestrone, pormenor que la cocinera asesina siempre puede achacar a que se le ha ido la mano con el Avecrem. Este método, sin embargo, es despreciado por los asesinos varones, quienes prefieren utilizar la fuerza. Los hombres sienten debilidad por el estrangulamiento. Lo prefieren porque no necesita de armas, es barato y puede llevarse a cabo en todo momento o circunstancia. Cualquier posible víctima lleva encima el objeto de su perdición: un cinturón, una bufanda, una media de seda. Todo son facilidades. El hombre utiliza el estrangulamiento preferentemente para matar a mujeres por sus insuperables alicientes: contacto personal, escasa resistencia de la víctima, posibilidad de experimentar sensaciones aledañas: toqueteos post mortem, necrofilia, etc. El valor artístico de este tipo de asesinato es innegable, sirva de prueba las veces que ha sido llevado a la literatura o al cine. En detrimento de este sistema debe señalarse el uso que, mecanizado, le han dado algunos países bárbaros para ejecutar sus penas capitales bajo el sobrenombre de "garrote vil". La mecanización despoja a cualquier oficio de glamour artístico.
Las armas de fuego aportaron al asesinato precisión, lejanía y el acceso a esta disciplina de tropel de aficionados. El arma de fuego permite asesinar a distancia, una distancia que va desde un par de metros para pistolas de pequeño calibre, hasta más del kilómetro si se utiliza un fusil provisto de mira telescópica. La irrupción de esta herramienta letal de precisión tiñó de cierta sospecha el arte del asesinato, algo equivalente a lo que el cubismo supuso para la pintura. Hubo que esperar cierto tiempo para asimilarlo. Hoy se acepta que el homicidio con arma de fuego pueda ser tan artístico como el realizado por procedimientos clásicos. Lo artístico depende de la genialidad del ejecutor, de la puesta en escena y del resultado final. El asesinato del presidente J.F. Kennedy es el paradigma de este tipo de crimen: bien planificado, ejecución perfecta, miles de involuntarios espectadores y, broche de oro, impune. Este asesinato ha hecho correr más tinta que todas las obras de Shakespeare.
El asesinato es sin duda el acto más íntimo que una persona pueda tener con un semejante, si excluimos el parto. Arrebatar la vida a un ser humano tienen algo de demiurgia, es una creación al revés, una acción que por un momento nos vuelve dioses. No es de extrañar, después de lo dicho, que el asesino se esmere por que su obra sea lo más perfecta posible desde el punto de vista artístico, sin olvidar la consideración debida a la víctima. No debe odiarse jamás a la víctima. Este es un imperativo categórico. La involucración de sentimientos como el amor o el odio puede dar al traste con el asesinato mejor planificado. Un distanciamiento afectivo es condición necesaria para el asesinato como obra de arte. Otro dato importante a tener en cuenta por el ejecutor, si aspira a ser un verdadero artista, es no dejarse dominar por el remordimiento, esa noción bíblica tan insertada en nuestro subconsciente a fuerza de catequesis. Un Raskólnikov no da la talla. Sucumbió enseguida al arrepentimiento. Nuestro asesino artista ha de ser una mezcla de Stephan Dedalus y James Bond, de Nietzsche y el estrangulador de Boston.

Se avecinan grandes tiempos para los artistas del homicidio, queridos adefesios. Preparemos los cuellos.

La oveja feroz
12.09.09

Mensaje de nuestros patrocinadores:

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Cuesta aceptar lo nuevo

Todas las novedades pasan por cuatro fases que son comunes a las fases de aceptación de las teorías científicas según J.B.S. Haldane:
1. Esto es una tontería
2. Es interesante, pero contraproducente
3. Vale, es cierto, pero no aporta nada
4. Yo siempre lo dije.
Eso le pasó a mi amigo mío con los ordenadores. Al principio era para “tontos” (los tontos del ordenador, les llamaba) o peritos, otro término despectivo en su idiolecto. Luego apenas si servía para el trabajo, para hacer planos. Más tarde se compró uno y descubrió Internet. No estaba ya tan mal el invento. Ahora está enganchado y se pasa las horas muertas frente a su pantalla de 19 pulgadas navegando en banda ancha.
Conviene, por ello, pensárselo dos veces antes de criticar cualquier avance, y no sólo informático. Como le sucedió a un compañero mío al mencionar el Twitter, que sus amigos tecnófobos se descojonaron. Todavía me acuerdo. Qué risas. Enviar por el Twitter una foto de un moro tocando el culo de su mujer. Qué risa.

La oveja feroz
09.09.09

jueves, 3 de septiembre de 2009

Dejar de darnos el coñazo, o la pichorra

Amor paídico, sodomía, lesbianismo. ¿A qué viene tanto rasgarse las vestiduras? Enamorarse de alguien del mismo sexo puede parecerte raro, pero es muchísimo menos raro que enamorarse de, por ejemplo, pequeños rectángulos de papel verde o embudos de plástico o, suma de despropósitos, de un tapacubos de la marca Opel. Así que, partidarios de las peras con las peras, dejad de darnos el coñazo con la homosexualidad.

La oveja feroz
03.09.09