lunes, 28 de diciembre de 2009

Ah, la prevaricación de los tiempos pasados…

Don Carlos Arias Navarro le puso un estanco a una hermana suya, soltera o viuda, en la calle de Ayala, esquina a otra calle. Aparte la habitual venta de tabaco en un barrio tan bueno, don Carlos Arias Navarro dispuso que algún Ministerio o Dirección General le comprasen todos los efectos timbrados, papel de barba, etc., a su hermana, con lo que el estanco se convirtió en uno de los grandes negocios del barrio, y su bandera española, pintada sobre la madera de las puertas, se iba volviendo una bandera engordada con el viento próspero del negocio.
Ah, que tiempos en los que bastaba ponerle un estanco a una hermana. Hoy los Guertel, los Palaus, los Fabra, los Villalonga, y tantos otros (interminables) juegan en una liga de galácticos de la corrupción comparado con el provincianismo de aquellos días.

La oveja feroz
28.12.09

1 comentario:

  1. Que tiempos aqueyos,ña Oveja! Me has traido ar entrecejo un tal Perez,vecino mio,que se tenia un camión mu pobrecito, y en de repente lo cambiara por uno lustroso, reluciente por delante y por detrás.Y mi Mare pa demostrarle la güena vecindá, le dijo:"Don Perez como has progresao, hombre!" , y don Perez dejando ver su malísima dentadura de oreja a oreja exclamó:"Y pa qué somos franquistas, doña,que argo hay que trincar!"

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