miércoles, 24 de febrero de 2010

Nueva versión del cuento de Caperucita

Caperucita se llama ahora “La de la caperuza colorá”, y es una progre. Un buen día su madre le manda que lleve una cesta con condones para rellenar la máquina de ídem que hay en el burdel que regenta su abuelita al lado del bosque declarado suelo urbanizable por el alcalde del PP. En el trayecto, la de la caperuza colorá se topa con el lobo pepero, que le pide echar un polvo. La de la caperuza colorá, que no es tonta, le pide 50 euros, pero el lobo dice que los animales no portan dinero, pero que le cazará un conejito. Conejito ya tengo yo –responde la de la caperuza colorá con ese desparpajo que da la progresías desinhibida , y para ti vale 50 euros.
Enfadado, el lobo pepero se va y se disfraza de empresario sin escrúpulos. Así ataviado con esa segunda piel, se dirige al burdel de la abuelita por un atajo. Allí el lobo la espera y cuando llega la de la caperuza colorá, le arranca la cesta y se come todos los condones. Las putas, todas inmigrantes ilegales, protestan, pues la máquina no tiene existencias y tienen que ganarse la vida. Muchos clientes, ante este incidente, no esperan y empiezan a marcharse. La abuelita entonces llama a un concejal socialista que tiene una escopeta y le pide ayuda. El concejal acude, le pega un tiro al lobo disfrazado de empresario del ladrillo del PP, le abre la tripa y le quita los condones. Se repone la máquina. Las putas pueden ahora aprovisionarse de tan preciado producto y vuelven al tajo.
Pero ahí no acaba la cosa, los correligionarios del lobo pepero acusan al concejal socialista de prevaricar, de fomentar la inmigración ilegal y finalmente de matar a una especie protegida, como es un empresario del PP.
Y colorín colorado, este cuento me ha acalorado.

La oveja feroz
24.02.09

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