Dado el pistoletazo de salida, los pasados días se
hicieron colas kilométricas para conseguir un puesto de “escort” en los centros
de la ciudad del juego. No sólo había emigrantes, o asiduas de la Casa de Campo,
sino que miles de españolas con currículums más aptos para catedrática que para
fulana, hacían cola pacientemente ante las oficinas de contratación. Se ha
calculado que la media de coeficiente intelectual de esta fila de señoritas
superaba con creces a la de sus señorías en el congreso, lo cual, la verdad, no
representa un hecho remarcable, pero en fin, que conste en acta.
Pero aún
era mayor el número de solicitudes para “Supervisor de Señoritas de Compañía”,
que hasta ahora alcanza la estimable de cifra de seis millones y medio. Como se
puede apreciar por las cifras, no sólo son parados los que has solicitado el
puesto, ni proxenetas, ni gerentes de club de alterne, sino millones de
españoles con trabajo fijo que desean cambiarse a un empleo que les aporte
mayores “satisfacciones”. Este selecto grupo de supervisores tendrán que elegir
a cien mil chicas de compañía, que se estima supondrá el servicio “locomotora”
de ese centro de diversión. La primera fase, lo saben, será meramente visual,
dejando para una segunda fase las pruebas de tacto y para una tercera las
habilidades de seducción.
La oveja feroz
20.01.13
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