Según
datos estadísticos, entre los años 1858 y 1972, un poco más de un siglo, las
curaciones milagrosas ocurridas en Lourdes según la comunidad médica ascienden
a 34 personas, 72 según las autoridades religiosas. Pues bien, los muertos en
carretera en los accesos al santuario a lo largo del mismo periodo ascienden a
4272. La pregunta obvia es: ¿Vale la pena que mueran más de cuatro mil personas
para curar a 34 enfermos (o 72, da igual)? Y otra pregunta pertinente,
¿resucitó la virgen a alguno de esos muertos que iban a su santuario? Me temo
que no.
La
oveja feroz
01.09.13
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