El gobierno de los Estados Unidos ha
dado luz verde a que las cárceles privadas se regulen como franquicias. McDonald
ya ha anunciado que acogerá una franquicia donde su principal reclamo será los
menús diarios, donde los presos más peligrosos serán recompensados con Big Macs
y los más cobardicas con alitas de pollo. Kentucky Fried Chicken también se
añade a la lista de empresas que construirá cárceles privadas. Burger King se
lo está pensando. Europa teme que pronto esta moda llegue al viejo continente y
se vea invadida por prisiones McDonald o KFC. Para prevenir tan perjudicial
competencia la CE está dando ventajas fiscales a las empresas europeas que
deseen poseer sus cárceles franquicia. Hasta ahora en España sólo El paellador
y Adolfo Domínguez (que elaboraría sus propios trajes de presos) han
manifestado su interés. En el resto de la Unión se habla de intereses de Berlusconi
por este negocio y la cadena Lidl en Alemania. La Comunidad Valenciana ha
realizado una propuesta a la CE para albergar cárceles VIP, así la mayoría de
sus corruptos se quedarían cerca de casa.
La oveja feroz
16.09.14
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