jueves, 6 de noviembre de 2014

Los recortes obligan a la policía a sustituir los perros antidroga por yonquis.



La falta de recursos ha obligado a la policía a paralizar sus actividades de adiestramiento de perros que detectan droga. Por lo visto, tanto el adiestramiento como la comida y mantenimiento de los animales suponía mucho dinero, un dinero que del que ya no se dispone. Para solventar este problema se ha aceptado la propuesta del cabo Morales, a saber, el utilizar para estos menesteres a yonquis de la vecindad, cuyo coste será el suministro de alguna papelina aislada del alijo incautado. Estos yonquis, tras varios días de abstinencia, son capaces de detectar el mínimo gramo de coca o heroína en las maletas de los aeropuertos, en los vehículos que atraviesan la frontera o incluso en el interior de seres humanos. Uno de ellos, Julián el cuchillas, que presta sus servicios en el aeropuerto de Barajas, fue capaz de detectar una mota blanca en el interior de una fosa nasal de un pasajero, del que tuvieron que separarle cuando comenzó a lamerle la citada fosa nasal. Dado el éxito de este programa de detección de drogas de bajo coste, la DGT estudia sustituir los alcoholímetros por miembros de Alcohólicos Anónimos, que colaborarían en los controles motu proprio. Con sólo oler el aliento del conductor, estas personas son capaces de detectar no sólo la tasa de alcohol del posible infractor, sino determinar la marca de la bebida ingerida, llegando incluso alguno a concretar en qué establecimiento se la han servido.
            Esta generalizada sustitución de medios mecánicos por personas preparadas ha dado paso a que determinados programas de televisión sustituyan el polígrafo por suegras entrenadas en detectar mentiras de yernos o vecinas cotillas que detectan cualquier cosa oculta en el vecindario.

La oveja feroz
06.11.14

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