Hoy inauguro una nueva sección de La
oveja feroz: las críticas cinematofágicas, criticas de películas como
no se han dado nunca. Aparecerán periódicamente. Hoy toca:
Sissi
amparatriz
Film lacrimógeno del director austríaco Pratter
Gasse basado en la malograda emperatriz de los prusianos. Sissi, casada
insatisfecha, se aburría paseando a caballo por los jardines del SonnenBraun.
Todos los días baile y todos los días horas perdidas vistiéndose con trajes de
múltiples capas y corpiños. Y hasta las narices de valses y girar y girar,
decide dedicar su vida a amparar a los pobres... aristócratas. Comienza
amparando a un oficial de húsares, de usar y tirar, pues lo ampara varias
noches y lo desampara brutalmente a la semana. A la semana se manda buscar al
hijo pródigo de una duquesa, que sabe como satisfacer a una dama. Lo ampara y
ampara, hasta que el joven sucumbe a tanto amparo con un paro cardíaco y la
espicha. Picha a picha Sissi dice sí, sí, a todo el que se cruza en su camino hasta
que su asunto púbico deviene asunto público y el emperador se ve obligado a
tomar las riendas. Riendo se lo toma ella, que no hace caso de admoniciones ni
advertencias. Hasta que un día la pobre es arrojada por un caballo bayo, de
bello vello, y vaya golpe, a resultas del cual casi sucumbe. Cunde la
tranquilidad en palacio, pues así impedida no es pedida. Recuparada, un día que
sale de viaje es asesinada por un proletario ario de rojo arrojo. Pero la vida
sigue y el emperador, luego de un luto impoluto, muy puto ya ha echado el ojo a
una vicetiple de can-can que can-canta con primor y qué decir del muslámen...
Romy Sastre crea en el personaje de Sissi un molde de ficción que será ya
insustituible. Película para lloronas y emperadores que añoren los esplendores
prusianos.
Fred Cineman
02.02.15
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