lunes, 29 de junio de 2015

Críticas eliterarias: El sudamericano impasible

El sudamericano impasible
de
Grajam Grin

La acción de esta novela tiene como fondo la guerra de Camboya. En la ciudad de Pi Joh, bajo dominio de los Jmeres Negros, un diplomático argentino traba amistad con un yanqui en el casino local durante sus largas mateadas. Dando vueltas con la bombilla en la taza de la verde infusión, el sudamericano escucha las teorías pacifistas del yanqui, quien le cuenta que está tratando de vender armas a la resistencia y a la vez a las fuerzas de los Jmeres Negros (“Just fair play, my friend”), así como ayudarles a construir industrias químicas desmontables donde producir aspirinas, biomanán y gases venenosos. También trafica con goma-2, cocaína y falsos Lacoste, que es lo que más pasta le proporciona. El sudamericano, mate que te mate, escucha las aleccionadoras historias del norteamericano con admirable impasibilidad. Salvo lo de los falsos Lacoste, que le afecta ligeramente, pues acaba de adquirir uno a precio europeo, lo demás le da igual. Él sólo quiere pasar, matear y leer a Oswaldo Soriano. Un día el yanqui, después de asistir a los oficios de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Descansó, es arrollado por una bicicleta. El conductor del vehículo se da a la fuga y el yanqui a la bebida, pues a resultas del accidente pierde credibilidad en el mercado negro de polos, arrebatándole el negocio un británico que suministra falsos Burberry. El yanqui trata de introducirse en el negocio de los antibióticos caducados, pero fracasa. Busca refugio en su religión, y termina vendiendo Biblias expurgadas. Mientras tanto el sudamericano continúa con sus mates (mate aunque me mate), sus sentadas en el casino, su impasibilidad sesudamericana. Obra cumbre de Grajam Grin, la novela es un canto a la fraternidad humana. Cuiden que al libro que compran no le falten páginas, pues el yanqui de la novela participa en el capital de la editorial.

Leo Bücher
Crítico de su majestad

29.06.15

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