Salvar
al soldado Pérez
Película bélica hispanoli donde se quiere
destacar el carácter compasivo del ejército español. El argumento es sencillo:
a una madre extremeña, que tenía diez hijos de soldados en la guerra de
Marruecos (aquí el espectador debe elegir si considera que se trata de un
tiempo pasado o de uno futuro), le matan en la contienda a nueve de ellos. El
alto mando entonces, apercibidos por un tío sacristán de la viuda, que tenía un
primo que ejercía de machaca en el Alto Estado Mayor, decide salvar a éste
décimo miembro de esta mujer, que esperaba a sus hijos para dedicarlos al
pastoreo de la merina. El Alto Estado Mayor envía al teniente Llagostera a las
montañas del Rif para rescatar a este último Pérez extremeño. La cosa se
complica porque el teniente Llagostera es desviado a Canarias primero (algo que
ver con un negocio de contrabando de emigrantes ilegales que llevaban a medias
el capitán de la fragata y un constructor de Barbate). Total que el teniente
Llagostera llega a Marruecos cuando ya ha finalizado la guerra. Se pone a
buscar al soldado Pérez, pero éste no aparece. Al final, y después de
tribulaciones sin cuento (porque si las contara no acabaría esta puta crónica)
da con el soldado Pérez, ahora ex soldado, apalancado en una kasba de Tetuán,
arrimado a una viuda rica marroquí que le trataba como un Pachá. Enterado por
el teniente Llagostera de lo ocurrido a sus hermanos y que su madre viuda le
necesita para el pastoreo, el ex soldado Pérez le dice al teniente que él no
vuelve, que allí está mucho mejor que en el monte con las ovejas, que aquí
podía meterla en vaginas más acogedoras y que encima no balaban, y además le
alimentan, y que su madre se puede meter las putas merinas donde le quepan. El
teniente Llagostera, que no quiere fracasar en su misión, urde un ardid para
sacar al soldado Pérez de su confortable situación. Pero no os lo voy a contar,
jodidos. Si queréis saber lo que pasa vais al cine, tacaños de mierda. Hala, a
cascarla.
El
director, Josep Lluis Soga, ha contado para esta película con un elenco de
actores jóvenes entre los que destacan Manuel Aleixandre y José Bódalo, que
tuvo que ser desenterrado pero que, aún exhumado, lo hace muy bien.
Fred
Cineman
27.03.17