El obispo protestante y
libelista John Bale (1495-1563), de sobrenombre “Bilious Bale” (Bale el
bilioso), arremetió contra la Iglesia Católica en unos términos que hoy casi no
se hubieran consentido. He aquí el fragmento de sus acusaciones: “Inspirado por
el Espíritu Santo la he llamado (a la Iglesia de Roma) sinagoga romana
exterminadora de hombres piadosos, impía de Jezabel, bestia cornuda,
descendencia del dragón, hija de diablo, esposa de Satanás, blasfema, bestia
escarlata, Babilonia mística, gran meretriz con quien fornicaron todos los
reyes de la tierra que bebieron el vino de su prostitución; mujer rodeada de
púrpura, escarlata, oro, gemas y margaritas, poseedora de un cáliz de oro
colmado con todas las infamias y deshonores del mundo; madre de fornicadores,
ebria de la sangre de los santísimos martirios de Jesucristo; morada de los
demonios y custodia de toda la inmundicia del espíritu y del odioso ángel alado”.
¡Excomunión, excomunión, las verdades no pueden decirse!
¡Excomunión, excomunión, las verdades no pueden decirse!
La oveja feroz
18.12.17