¿Os habéis dado cuenta de la estupidez
patriótica con la que Hollywood continuamente nos inunda: presidentes de la
nación que luchan con terroristas en su avión o pilotan un caza contra los
extraterrestres o se van a la selva colombiana a rescatar a un pobre soldado
mercenario dejado allí por militares incompetentes? Es ridículo, estúpido,
infantil, subnormal, pensar que un presidente venza a puñetazos a una
tripulación de terroristas o que se juegue el pellejo por un soldado de mierda.
¿Acaso el cine francés, inglés o alemán, ha presentado alguna vez a presidente
semejantes? ¿Os imagináis una película francesa donde Nicolás Sarkozy o Mariano Rajoy acabe con un comando terrorista a golpes, o que se lance en paracaídas
sobre Argel para rescatar a un antiguo miembro de la OAS? Nos sonaría tan
ridículo que cuesta imaginarlo. Pero los yanquis no, ellos por lo visto sí se
imaginan a su presidente en tales situaciones. Unos presidentes que, bien
analizados, son los más cobardes del mundo, pues incluso tienen una guardia
personal que deben hacer de barrera humana en caso de atentado. No me gustan
las imposiciones, pero creo que debería ponerse en Europa una cuota de pantalla
que sólo filtrase un 1 % del cine norteamericano. La salud mental de nuestros
espectadores mejoraría.
La oveja feroz