La intención de este blog es provocar. También, aliviar las neuras de una mente, la mía, atrapada entre ortodoxias. Persíguese probar el aguante a la irreverencia del ser humano, perenne subgenio. Nadie, sin embargo, se ofenda. Fácil es no leer lo que zahiere. Huyan de estas páginas los mojigatos de triple golpe de pecho, las felatrices con complejo de culpa, los ecologistas del solo “verde que te quiero verde”, los izquierdistas de seriedad estaliniana, los corruptos sin cargo oficial.
lunes, 3 de junio de 2019
Críticas cinematofágicas: La naranja, mi canica
La
naranja, mi canica
Estudio profundo sobre la violencia juvenil
en las sociedades post industriales. La película trata de una banda de
adolescentes que jugaban a las canicas con naranjas, pues éstas eran más
grandes, siendo más fácil acertar a la del contrario. El cabecilla de la banda,
perfectamente interpretado por Jack Meoff, tras robar un kilo de naranjas en
una verdulería del barrio, cae en manos de la policía. Sometido a un
tratamiento novedoso para estirpar los instintos violentos. El joven sale de la
terapia hecho un miembro del Ejército de Salvación y es colocado en una
residencia de ancianos. Pero los ancianos, bordes por demás, acaban con su
paciencia y el insertado, recuperado sus instintos humanos, los va envenenando
uno por uno. Pero lo hace tan bien, resulta todo tan natural, que el gobierno,
patrocinador de su cura, decide emplearlo para aliviar sus arcas reduciendo
pensiones de vejez. Y así, el muchacho (conocido en las altas esferas del
Ministerio de Sanidad, como "el liquidador"), es continuamente trasladado
de residencia en residencia. Film de Stanley Lubric que denuncia la violencia
estatal contra los ancianos y que provocó que a su madre le retiraran la
pensión.
En este blog de título tan largo trataré de comentar alguna imagen, fotografía o dibujo, para expresar alguna opinión, una especie de ejercicio literario y reflexivo a la vez. El elegir una imagen me ayuda a centrar el asunto a tratar. A veces con la imagen he confeccionado un chiste u ocurrencia. Quiero que la periodicidad de las entradas del blog sea semanal. Lo escribo para mi solaz y no para crear opinión. Ésta la pone el lector. Si lo hubiera. Zaragoza, 25 de septiembre de 2014.
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