domingo, 30 de enero de 2022

Críticas cinematofágicas: El risueño eterno

 

Críticas cinematofágicas

 

El risueño eterno

 

El detective Philip Madlove es llamada a casa del magnate Dog Perrot. Éste quiere que Madlove investigue la causa de que su hijo Ronald siempre aparezca contento y con sonrisa de gerente de relaciones públicas. Madlove, mientras escucha al viejo contar su historia, se fuma un pito y tira la colilla por una ventana del invernadero. Mientras los criados intentan apagar el fuego desatado en el invernadero, Madlove conoce a la hija del magnate, a quien lanza un requiebro de hombre duro. Mas dura ella, madura una respuesta. De una pitillera de platino extrae un pitillo egipcio y trata de encenderlo con su encendedor de oro, que se encasquilla. "Es la piedra", dice Madlove y le prende el pito con una cerilla que arranca de una carterita que le habían dado en un club de alterne de San Francisco. La hija del magnate le dice si le gustan las mujeres de alquiler y Madlove responde que depende del alquiler, porque al quilar, hay que mirar el alquiler. Con esta prometedora entrada, el director Big Ben Johnson recrea cinematográficamente esta novela de Ramón Chandler. Magnífico Hamfree Burger en el papel de Madlove, así como Laura Bocall en el papel Magny, la hija del Magnate. En el papel de fumar, la marca de siempre: Entrefinos.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad