Críticas cinematofágicas
El risueño eterno
El detective Philip Madlove es llamada a casa
del magnate Dog Perrot. Éste quiere que Madlove investigue la causa de que su
hijo Ronald siempre aparezca contento y con sonrisa de gerente de relaciones
públicas. Madlove, mientras escucha al viejo contar su historia, se fuma un
pito y tira la colilla por una ventana del invernadero. Mientras los criados
intentan apagar el fuego desatado en el invernadero, Madlove conoce a la hija
del magnate, a quien lanza un requiebro de hombre duro. Mas dura ella, madura
una respuesta. De una pitillera de platino extrae un pitillo egipcio y trata de
encenderlo con su encendedor de oro, que se encasquilla. "Es la
piedra", dice Madlove y le prende el pito con una cerilla que arranca de
una carterita que le habían dado en un club de alterne de San Francisco. La
hija del magnate le dice si le gustan las mujeres de alquiler y Madlove
responde que depende del alquiler, porque al quilar, hay que mirar el alquiler.
Con esta prometedora entrada, el director Big Ben Johnson recrea
cinematográficamente esta novela de Ramón Chandler. Magnífico Hamfree Burger en
el papel de Madlove, así como Laura Bocall en el papel Magny, la hija del
Magnate. En el papel de fumar, la marca de siempre: Entrefinos.
Fred
Cineman
Crítico de su majestad
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