jueves, 11 de marzo de 2010

La escalera de la humillación

La cadena de la humillación es larga, pero finita, y suele terminar en el eslabón más débil. Imaginen que todo empieza por un informe informático, erróneo, que alarma al banquero. El banquero llama al embajador que cena con el general que emplaza al presidente que intima al ministro que amenaza al director general que humilla al gerente que grita al jefe que putea al empleado que desprecia al operario que maltrata a la mujer que golpea al hijo que patea al perro. El perro, ese es el pagano.
Vivimos en tiempos de amor y de guerra, como bien sabe Eduardo Galeano, de quien he tomado la idea. Salud y mujer pública.

La oveja feroz
11.03.10

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