viernes, 17 de diciembre de 2010

La rana que levita

Tomo del libro de Jorge Wagensberg, El gozo intelectual, una anécdota que le pasó a un científico con una de las muchas iglesias que por allí pululan, iglesia fundada en 1905, año del señor… Jesucristo. Este científico, especializado en la física del Estado Sólido, publicó en un periódico inglés de gran tirada, en 1997, un espectacular experimento que consistía en hacer levitar una rana. El logro se conseguía merced a un potente campo magnético y a un novísimo material superconductor. Al poco tiempo recibió una carta muy especial. Era del responsable de la iglesia de segunda división que atravesaba un bache de fieles (ahora se denominaría audiencia). He aquí un extracto de la misiva:
«[ ... ] Tenemos un gran interés en esta máquina, pero desearíamos conocer ciertos detalles. 1) ¿Cuán grande es el imán? Para nosotros es importante que sea invisible al público... 2) ¿Hace mucho ruido? Si sólo es un poco no habrá problema porque tenemos un órgano Hammond 3) Nuestra intención es levitar cuerpos. ¿Han de estar desnudos? [ ... ] Antes de cerrar el trato debemos confiar el uno en el otro. Debe usted saber que nuestra iglesia es muy rica. Tenemos cerca de 25 millones de libras en bonos del Estado y en propiedades en Essex y Kent, así que, si todo va bien, queremos comprar su máquina por un millón de libras... He leído que quiere usted ceder su máquina para ensayar sistemas y sustancias químicas en el espacio. ¡No lo haga! Ciencia: ¡bah! Tiene usted un don. Muchos son los llamados y pocos los elegidos ¡Su máquina tiene que ser para Dios!».
El físico, con gran cordura, publicó la carta en Internet. ¿Qué hubiera pasado si hubiera aceptado la suculenta oferta de esa iglesia con problemas de “audiencia”? ¿Y si merced al experimento consiguieran esos sacerdotes hacer levitar niños ante un público de cerebro intonso, como suele serlo el público que acude a ese tipo de iglesias? ¿Cuántos fieles hubieran conseguido atraer a su credo merced a ese milagro divino? Ah, las iglesias, siempre buscando aumentar sus cuotas de mercado.

La oveja feroz
17.12.10

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