La oveja feroz
26.01.11
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La intención de este blog es provocar. También, aliviar las neuras de una mente, la mía, atrapada entre ortodoxias. Persíguese probar el aguante a la irreverencia del ser humano, perenne subgenio. Nadie, sin embargo, se ofenda. Fácil es no leer lo que zahiere. Huyan de estas páginas los mojigatos de triple golpe de pecho, las felatrices con complejo de culpa, los ecologistas del solo “verde que te quiero verde”, los izquierdistas de seriedad estaliniana, los corruptos sin cargo oficial.
¿Que la fé no ilumina? Conozco una viuda cuyo esposo había dejado escrito y depositado un testamento en cierto bufete de escribano.Cuando llegó el momento que el Juez requirió el tal documento,éste no aparecía.Meses pasaron en su búsqueda.La viuda cada quince dias visitaba la escribanía y preguntaba por el desaparecido documento.Lo buscaban, pero seguía ausente.Desesperada,la viuda buscó ayuda con una amiga suya que también lo era del escribano.La amiga le dijo que,pidiera a SANTA ELENA,patrona de los objetos perdidos,para que el testamento apareciera.La viuda en ese mismo momento invocó a la Santa, y al TERCER DIA,estaba el testamento en manos del Juez. Creer o reventar,hijo mío.
ResponderEliminarPues reventar, mi amigo, reventar. Sería una forma de morir más digna que aceptar la cobardía de la fe, que sólo mueve las montañas que ella misma ha creado.
ResponderEliminarLa oveja feroz