El
pasado sábado, en las colinas que rodean el monasterio de El Escorial, Dios
obró el milagro de aislar el bosón de Higgs en el aire. Los allí presentes
confirmaron este portentoso hecho, pero cuando se quiso certificar el milagro,
las autoridades locales le exigieron la licencia fiscal o al menos el grado de
doctor en física por una universidad prestigiosa, a lo que Dios no puedo
acceder pese a toda su omnipotencia. Al replicarles el Creador que allí mismo
tenían la prueba, el juguetón bosón de Higgs dando vuelta alrededor de su
augusta cabeza, los munícipes alegaron que ese diminuto satélite bien podía ser
una polilla cojonera o un hadrón del Manzanares.
Dios, al final, cansado de tanta burocracia y tanto munícipe tonto,
pidió a su cohorte de ángeles que lo sacaran de allí y lo devolviera al cielo. Y se fue
de Madrid al cielo.
12.11.12
De Madrid al cielo.Nada menos! Con el smog que recubre el cielo de Madrid, como para encontrar la entrada de los divinos aposentos!
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