Los humanos nos
consideramos en lo alto de la escala biológica. Ello es así porque valoramos
como la más alta función de los seres vivos la inteligencia, inteligencia
medida por medio de un coeficiente ideado por nosotros. Sin embargo, en cuanto
a nadar, correr o volar, casi todos los bichos nos superan. ¿No desvela esto un
extremo chovinismo? ¿Y si la escala la hubiera confeccionado un mosquito? Seguramente
hubiera tenido como principal cualidad el volar y el tener un pico hueco que
permita extraer la sangre de sus víctimas. Y ellos, por supuesto, estarían en
lo alto de la escala evolutiva. ¿Y si se determinase que la prioridad biológica
viniese dada por la perfección del oído, el olfato o la vista? Contra esas
cualidades el ser humano tampoco podría competir. Incluso si se considerase
como la principal virtud biológica la supervivencia, cualquier virus o bacteria
nos daría sopas con honda. Nosotros hemos decidido cuál es la cualidad más
adecuada para realizar una escala y, obviamente, hemos elegido aquella en la
que destacamos sobre los demás bichos. Chovinismo biológico, y nada más. Menuda
pandilla de descerebrados.
La oveja feroz
12.03.09
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