Sé que muchos buscáis en
las frases que siguen, despistados por el título, un comentario de índole
sexual, un divertimento donde se explaye uno sobre el órgano reproductor
femenino desde la perspectiva de una desinencia cursi del mismo. Pues os
jodéis. El chochín es un pájaro muy pequeño. Se alimenta únicamente de unos
pocos granos, hace su nido en una sola rama, no puede volar más que unos pocos
metros, apenas ocupa espacio y no hace daño. Su equivalente sexual sí hace
daño. Por lo menos después de usado. Las plumas del chochín son grises; no es
útil a la especie humana, pero existe en la naturaleza. Y eso le salva. Los
patos y los gansos pueden volar hasta las nubes, pero son abatidos por los
cazadores, pues su carne es apreciada. Los martín pescadores y los pavos reales
mueren porque su plumaje es hermoso. El halcón es fiero, pero se le mantiene
atado; el jilguero y el canario son alegres y vistosos, pero se los encierra en
jaulas y se les obliga a cantar. Sólo el pequeño chochín, feo y sin ningún
valor, es libre. Chang Hua, en el siglo III, dedicó al chochín una famosa
rapsodia o poema en prosa rimada (ju). ¿Cuántos poemas conocéis dedicados a ese
otro chochín que nos vuelve locos? Vale, está bien, miles de ellos. Pero el
chochín tiene alas, y sin necesidad de Auxonia.
La oveja feroz
02.07.18
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