lunes, 2 de julio de 2018

El chochín


Sé que muchos buscáis en las frases que siguen, despistados por el título, un comentario de índole sexual, un divertimento donde se explaye uno sobre el órgano reproductor femenino desde la perspectiva de una desinencia cursi del mismo. Pues os jodéis. El chochín es un pájaro muy pequeño. Se alimenta únicamente de unos pocos granos, hace su nido en una sola rama, no puede volar más que unos pocos metros, apenas ocupa espacio y no hace daño. Su equivalente sexual sí hace daño. Por lo menos después de usado. Las plumas del chochín son grises; no es útil a la especie humana, pero existe en la naturaleza. Y eso le salva. Los patos y los gansos pueden volar hasta las nubes, pero son abatidos por los cazadores, pues su carne es apreciada. Los martín pescadores y los pavos reales mueren porque su plumaje es hermoso. El halcón es fiero, pero se le mantiene atado; el jilguero y el canario son alegres y vistosos, pero se los encierra en jaulas y se les obliga a cantar. Sólo el pequeño chochín, feo y sin ningún valor, es libre. Chang Hua, en el siglo III, dedicó al chochín una famosa rapsodia o poema en prosa rimada (ju). ¿Cuántos poemas conocéis dedicados a ese otro chochín que nos vuelve locos? Vale, está bien, miles de ellos. Pero el chochín tiene alas, y sin necesidad de Auxonia.

La oveja feroz
02.07.18




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