lunes, 27 de enero de 2020

Salidas de los profes de mates II


Salidas de los profes de mates II
(Siguiendo el libro Villarejo, Miguel y Serrano, Javier, Voy a pasar lista por orden cronológico)

◘ Euler parió el número e y luego la palmó, posi­blemente por el parto.

◘ Coged el punto que queráis, porque tenemos más puntos que un jersey.

◘ El ocho tumbado se convierte en el signo de infi­nito porque se siente deprimido al estar a dos velas el día de san Valentín.

◘ También los matemáticos, cuando las cosas se ponen feas, se ven obligados a simplificar al máximo sus explicaciones a la espera de una mejor comprensión de los alumnos. Hallemos al caballo blanco de Santiago neperia­no de e.

El polinomio cero no tiene grado: es soldado raso.

◘ Tenemos un sistema de dos ecuaciones con dos incógnitas y, como ya somos mayores, lo hace­mos por Gauss.

A pesar de ello, las matemáticas resultan difici­lísimas para muchos alumnos, que después de una explicación permanecen inmóviles mirando al profesor con expresión hueca.

◘ ¡Puñeta, no hay forma! A lo mejor es posible enunciar el teorema de Pitágoras con la música de La vaca lechera.

◘ ¿Tú qué te crees, que la asíntota es la asistenta? Pues no, es una recta.

◘ Los determinantes son sencillos, pero si nos pone­mos en plan zanahoria y usamos el método sal­vaje, puede resultar un total chirrido intelectual.

◘ Vamos a ver si nos llevamos bien: si al infinito le restas 1, el infinito se queda tan ancho.

◘ Tras repetir varias veces la misma explicación: «De verdad, creedme.»

◘ ¿Qué pueden hacer dos rectas en el espacio? Pues irse de copas.

◘ No podemos considerar la posición del vector como una variable, porque si lo hacemos pasan cosas horrorosas que no nos gustan nada.

◘ Esto lo dejamos porque es una chuminada y esto otro porque es una coña marinera.

◘ Para realizar esta integral habrá que recurrir a artificios insospechados.

◘ Por dos puntos pasa una sola recta pero, ¿y si los puntos fueran más gordos?

Los profesores de dibujo técnico son otro tipo de matemáticos.

◘ ¿Quién era Apolonio? ¿Un pastor de Cercedi­lla? ¿Un matemático chino? Con ese nombre... ¡era griego! Resolvió las tangencias sin un compás Faber-Castell y sin una papelería al lado.

◘ Con los giros, rectas y cambios de plano, hace­mos un cóctel Molotov y seguimos.

◘ El profesor está usando un listón de madera de unos dos metros y lo mueve sobre su cabeza dán­dole vueltas como ejemplo de las distintas posi­ciones que puede adoptar una recta en el espacio tridimensional. «Voy a darle más despacio, no sea que me vaya para arriba como un helicóptero.»

◘ Con este sistema se resuelven todas las tangencias posibles y queda resuelto un problema de la huma­nidad. Vamos entonces a por otro: la viruela.

◘ Para ver esta recta me tengo que poner las gafas de Supermán, porque se va a otro cuadrante que estaría fuera de la pizarra.

◘ Ver esto puede marear un poco, así que si alguien se toma una aspirina, que me dé a mí otra.

El profesor está dibujando una gráfica en la pizarra y una alumna le pregunta: «¿Esta fun­ción tiene periodo?» El profesor contesta: «¡Claro! ¿No ves que la estoy pintando de rojo?»


La oveja feroz
27.01.20

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