miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿Está el canibalismo de moda?

No me extrañaría que el canibalismo pudiera ponerse de moda, con toda la propaganda que existe hoy en día a favor de la gastronomía exótica... Pero para preparar su llegada, hagámoslo con humor. Humor caníbal.

- Podríamos cenar en tu casa, ¿no, Manolo?
- No, que mi mujer está mala.
- Da igual, comeremos otra cosa.

¿Te sabes el del tío que se comió a su propio hijo? El pobre no sabía que su mujer estaba embarazada.

Un buen hombre se entera de que un amigo suyo que no veía desde hace tiempo está en el hospital, y va raudo a verle.
- Pero ¿qué te ha pasado?
- Pues mira, íbamos sobrevolando la selva cuando de repente empezó a fallar un motor y el piloto nos avisó que teníamos que aterrizar ineludiblemente. Al acercarnos a tierra nos dimos cuenta de que estábamos sobrevolando una zona de caníbales. Volábamos tan bajo que podíamos ver los carteles de las aldeas: Guru-guru, caníbales; los Lugombi, caníbales; Ori-ori, caníbales; cuando de repente, vemos Vegitongi, caníbales vegetarianos, y decidimos aterrizar allí... y nos comieron el nabo, los huevos, las yemas de los dedos, las plantas de los pies...

Esto es un tío al que cogen los caníbales en Africa. Lo llevan delante de una gran olla con patatas y agua hirviendo y le dicen:
- Te vamos a comer y luego vamos a hacer una canoa con tu piel. ¿Alguna última voluntad?
- Si, quiero un tenedor.
Los caníbales, extrañados, se lo dan. El explorador coge el tenedor y se empieza a pinchar el cuerpo a toda hostia mientras les dice:
- De carne con patatas os vais a poner hasta el culo; pero la canoa la vais a hacer con vuestra puta madre.

Un jefe indio se va de incursión guerrera contra los enemigos de su tribu. Como la expedición durará varias lunas, deja a su hijo al cargo del poblado. Cuando vuelve:
- Y dime, hijo, ¿qué ha ocurrido durante mi ausencia?
- Oh, sabio y valiente padre, tengo noticias buenas y malas. Cuáles deseas oír primero?
- Dime primero las malas.
- El hombre blanco ha invadido nuestras tierras, y merodea por las praderas en manadas tan numerosas como las de los búfalos.
- ¡Mierda sagrada! ¿Y las buenas?
- Los blancos saben igual de bien que los búfalos.

La oveja feroz
17.11.10

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