Este nuevo plato, olla de diseño, evolución de la
olla podrida de nuestros abuelos, contendrá legumbres, patatas, zanahoria,
berza, conejo, especies, y unos condimentos secretos que harán que al final,
cuando la olla se destape, aparezca, perfectamente cocinado, el gato de
Schrödinger. Un gato, o cocido, que no se sabrá si está allí o no hasta que se
abra la olla, según predice la física cuántica. El principio de indeterminación
de Heisenberg, no obstante, impedirá conocer exactamente las consecuencias de
la digestión, si esta producirá gases o pesadez de estómago. Cuanto más
conozcamos una de las variables menos conoceremos la otra. Y es que como dijera
Einstein: Todo es relativo.
La
oveja feroz
27.12.12
No hay comentarios:
Publicar un comentario