Un
hombre a todas luces ido, ha sido detenido por la policía ayer por la noche e
ingresado en un hospital psiquiátrico. Los policías fueron avisados por muchos
ciudadanos sobre los desvaríos del hombre. Por lo visto, el sujeto, vestido con
una túnica y el pelo sin lavar, predicaba cosas como que había que poner la
otra mejilla cuando se era golpeado, que los pobres y menesterosos eran
bienaventurados, que es más difícil que un rico empresario o un inversos entrase
en el reino de los cielos a que un camello pasase por el ojo de una aguja, que
debíamos dejar todo lo que tenemos, coger una cruz y seguirle, que no se debe
juzgar a nadie si no se quiere ser juzgado, que hay a que amar a los demás como
a sí mismo… Pero lo que más enfureció a los ciudadanos que lo oían fue que
dijera “dejad que los niños se acerquen a mí”, lo que era una clara muestra de
inclinación pederasta. El hombre, en su celda acolchada, no deja de hacer
referencia a no sé qué “evangelistos”, lo que tiene desorientados a los
médicos. Como medida precautoria, y a petición de la Conferencia Episcopal, lo
han sedado para que no perturbe a otros internos, que parecían entender sus
mensajes.
La
oveja feroz
16.12.12
No hay comentarios:
Publicar un comentario