La nueva modalidad de la sanidad
madrileña consiste en una profusión de sanadores (ellos se llaman médicos), que
a través de hospitales privados practican la curación mediante extracciones de
Visa. El paciente sólo podrá exponer su dolencia tras un exhaustivo examen de
su nivel crediticio. Sólo entonces el médico se dispondrá a oír los síntomas de
su enfermedad. Una vez establecido el procedimiento de curación, se le pedirá
un adelanto de fondos, una especie de fianza por si en el transcurso del
tratamiento el paciente sucumbiese a la enfermedad y pusiese el sistema
financiero del hospital en peligro. El FMI y el BCE han dado su visto bueno a
este nuevo tipo de sanidad mientras se tomaban “a relaxing cup of café con
leche en Plaza Mayor” en compañía de la alcaldesa y su profesor de inglés, un
profesor decaído, con ojeras y canoso pese a no tener más de treinta años.
La
oveja feroz
05.11.13
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