lunes, 20 de diciembre de 2021

Críticas cinematofágicas: Lorenzo de Arabia

 

Críticas cinematofágicas: Lorenzo de Arabia

 

Lorenzo de Arabia

 

Film épico del director baturro Julián Brutín. Lorenzo Otín, un bailador de jotas, es destinado a dar un recital en Arabia Saudí en representación de los Coros y Panzas de Aragón. Lorenzo llega a la jaima de los invitados y pide un cariñena y unos taquitos de jamón para hacer boca. Le dicen que en Arabia está prohibida la carne de cerdo y el alcohol. Lorenzo insiste y los moros se resisten. Al final anuncia el aragonés que si no hay jamón y vino, él no canta. Se reúnen los principales jeques para tratar de solucionar el problema. Deciden no darle de comer ni de beber al infiel hasta que acepte la comida tradicional de Arabia, consistente en cus-cus y agua de oasis. Pero Lorenzo replica que o jamón o nada, y el agua pa las ranas. Después de diez días sin comer, y sin cantar, Lorenzo se escapa de la jaima y se interna en el desierto. Topa con unos peregrinos que van a la Meca, a los que solicita un poco de jamón y un vasito de vino. Todos le miran como al diablo, pero un vejete afgano le llama a un aparte y le dice que él ha vivido en Sevilla y que lleva escondido en la chilaba una macilla de jamón y una petaca con algo de Rioja, pero que no diga nada, que sus compañeros de religión son muy tiquismiquis. Lorenzo come por fin el ansiado jamón y bebe un poco de vino (flojo para él, pero qué se le va a hacer). Tras la colación, Lorenzo, de chilaba y cachirulo, deleita a los peregrinos con su repertorio de jotas bravas hasta que llegan a la Meca. Y de la Meca a la Checa. Película de aventuras a la baturra, con un final con sabor a imperio, donde la masa mahometana termina dándole al tintorro y al jamón.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad

lunes, 22 de noviembre de 2021

Críticas cinematofágicas: La alpargata sobre el tejado de cinz

 

Críticas cinematofágicas: La alpargata sobre el tejado de cinz

 

La alpargata sobre el tejado de cinz

 

Olson Whales adapta al cine esta magnífica pieza del teatro del dramaturgo Tinny Sees Williams. En una plantación sureña, en pleno estío, un matrimonio vive momentos de ruptura. Él es un borrachín que sólo desea que su suegro la palme y no tener que aguantar sus aburridas partidas de bridge a las que, por amor a su hija (de él, del viejo, esto es, el padre; el padre de ella...), se ve obligado a soportar. Ella (la hija; de él, del suegro; o sea, su padre) ama a su marido, pero teme a su padre (de ella, no de él; él es huérfano). Cierta noche que el hombre (el marido, no el padre) ha bebido más de cuatro rosas, le confiesa a su mujer (la suya, no del padre; el padre es viudo) que odia a su padre (el de ella; él es huérfano, como ya hemos señalado) y que ójala se muriera (su padre, no ella). Antes de que la mujer pueda contestar, se oye un maullido que entra a través de la ventana, abierta por el bochorno (a causa del bochorno, no que el bochorno la haya abierto). El hombre se asoma y sobre el tejado de cinz del granero vislumbra a un gato maullador. De rabia, se quita una alpargata (el hombre, no el gato) y se la arroja al gato, quien la esquiva y se larga con los maullidos a otra parte, dejando la alpargata sobre el tejado de cinz. Drama genialmente interpretado por Ball Neumann y Hortaliz Sastre, así como por el propio Olson Whales en el papel de padre (de ella, no de él, él es huérfano, ¿está claro?). Recomendada para espectadores despiertos (esto es, listos, avispados, no que velen).

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad

lunes, 8 de noviembre de 2021

miércoles, 20 de octubre de 2021

lunes, 20 de septiembre de 2021

Críticas cinematofágicas

 

Los surferos de la tabla redonda

 

Película del realizador Lancelot Lake que distribuye la Cunniversal Lingus. En las costas del sur de Inglaterra tiene lugar un peculiar torneo. Diversos caballeros deben competir por alcanzar la copa, el trofeo de la reina, que se disputa en las playas de Eastboune. Un partida conocida como los caballeros de la tabla redonda, procedentes de Yorkshire, parten como favoritos. Otros caballeros, con tablas tradicionales, pretenden arrebatarles el preciado trofeo. Junto al mar se pertrechan los participantes. Los curiosos se arremolinan para contemplar a los surfistas de la tabla redonda, tan novedosa, tan fuera de lugar. Hecha de material poroso, una mezcla de cadmio con plástico verde, la tabla va acompañada de velas reglamentarias, pero el mástil es más ligero. Capitanea a los caballeros de la tabla redonda el legendario Ray Arthur, campeón indiscutible de las cinco últimas ediciones de esta copa del rey, o mejor, de la reina. Los surfistas se disponen a comenzar la carrera. Pertrechados, impacientes, los participantes aguardan sujetándose a la cuerda de salida. Y la regata comienza... La película, que utiliza como actores a dos de los principales deportistas de la especialidad: Skinn Tanned y Bitch Boy, mantiene la intriga deportiva hasta el final, generando en el espectador un exceso de adrenalina que conduce, en la mayoría de los casos, a odiar el surf para el resto de su vida. Film recomendado para amantes del volley playa y otros horteras de verano.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad

miércoles, 25 de agosto de 2021

Críticas cinematofágicas: Gritos y cazurros

 

Críticas cinematofágicas: Gritos y cazurros

 

Gritos y cazurros

 

Film del genial Big Maar Veermar que relata los sufrimientos psíquicos de una sueca a quien su eco le confiesa que de pequeña estuvo enamorada de su padre. Se pudre la mujer de tanto luchar contra su ego hasta que entra en escena Borg. En la escena de la ex cena, Borg le confiesa que los espaguetti no estaban en su punto, lo que le recuerda a la mujer que su padre solía tocar la armónica ‑desafinando‑ las noches de verano que no nevaba. Borg no sabe qué decir y se calla, pero el silencio exaspera a la mujer quien grita y grita. Desesperada por el conflicto interior, abatida por lo que intuye puede ser un culpable complejo de Edipo, Ula, la protagonista, o más bien protagónica, se recluye en un manicomio de un pueblecito de la meseta española, pueblecito donde abundan los cazurros. En el cálido jardín del sanatorio, Ula grita cuanto le viene en gana, sin que los cazurros le hagan el menor caso. Al final, angustiada por la indiferencia de los pueblerinos del lugar y por una interiorización psicótica de su incapacidad de aprender el encaje de bolillos, Ula se suicida, dejando una carta para su amado Borg, quien, en Suecia, ya se había olvidado de ella y se dedicaba, con enorme éxito, al Gran Slam. Retorcida película de Big Maar Veermar, que cuenta en su reparto con la fiel actriz Cutre Ulmann. El joven Borg es interpretado por un joven actor de nombre Paar Tostonsson. Película recomendada para psicoanalistas y otros enfermos mentales.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad




domingo, 11 de julio de 2021

Críticas cinematofágicas: Lo que Adviento se llevó

 

Críticas cinematofágicas

 

Lo que Adviento se llevó


Folletón cinemitográfico que utilizando como trasfondo la guerra civil americana, nos cuenta una peculiar historia de amor. Una opulenta sureña, con mansión rodeada de árboles y docenas de criados de color, de color negro, se enamora de un capitán sudista, esto es, con problemas de transpiración. El capitán consulta con muchos médicos su problema "sudista", hasta que concluyen que el problema reside en el uniforme, que no ventila bien. Deja el ejército y se hace con la administración de inmensos campos de Don Algodón. Su novia, de familia patricia, le informa que su padre sólo consentirá en su boda si logra hacer fortuna en poco tiempo. El ex capitán, magistralmente interpretado por Glar Cable, para sacar mayor beneficio de sus campos algodoneros, despide a la mitad de los esclavos, creando la figura del destajo en la recogida de algodón. Todo parece ir bien hasta que llega el viento de Adviento, un viento avariento, desapacible y que arrasa con la flor del algodón de sus campos. Lo que Adviento se llevó, advierte el advientado, no era sólo su futuro beneficio agrícola, sino su inminente braguetazo, por lo que el capitán no tiene más remedio que apuntarse de nuevo al ejército, sólo que esta vez, avezado, se hace del ejército yanqui, que posee más "moral", y su uniforme, hecho de fibra artificial y tela de mallas en los sobacos, no le hace sudar tanto. Su ex prometida, inolvidable recreación de Anna de Halloween, se queda compuesta y sin novio, y al final, en una escena inolvidable, jura ante Dios que jamás volverá a pasar de hombres. Histórico film que dura casi cuatro horas, más o menos lo mismo que la jaqueca que produce su visión. No recomendable para inmigrantes introducidos en patera.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad




lunes, 21 de junio de 2021

Críticas cinematofágicas: Asolo ante el peligro

 

Asolo ante el peligro

 

Western del director John Four (se rumoreaba que eran más de uno) con un insuperable Guiri Copper en el papel de héroe solitario. El sheriff de una pequeña población del Oeste es conocido por causar estragos cada vez que se sentía en peligro: ventanas rotas por los disparos, establos quemados, ciudadanos heridos, subidas de impuestos. Para evitarlos, los ciudadanos le ocultaban cualquier problema que pudiera surgir, aprestándose a solucionarlo ellos mismos. Saben que si el sheriff se siente en peligro, asola a la población causando más daño que las posibles acciones de los delincuentes. Cierta vez anuncia su llegada al pueblo un famoso criminal buscado por veinte Estados, bandolero que respondía al nombre de Adolf Reagan. El bandido anuncia su llegada al pueblo en el tren de las cinco y cuarto, un mercancías algo cochambroso, pero barato. El sheriff anuncia que acudirá a su encuentro y se enfrentará sólo al peligro. Los habitontos, ante este anuncio de catástrofe, abandona el pueblo por precaución. El día de la llegada del bandolero, el sheriff camina hacia la estación pausadamente a través de un pueblo desierto. Matorrales secos cruzan la polvorienta calle. Llega a la estación. Llegan las cinco y cuarto. El tren no acude. El sheriff mira el nombre de la compañía ferroviaria. No es RENFE. No lo entiende. Llegan las seis. Nada. A las nueve de la noche arriba una diligencia con los viajeros del tren, que ha cascado en la estación de Break Down Creek. Sale de la diligencia el afamado Adolf Reagan, se acerca hacia donde está el sheriff, se planta delante y le pregunta a bocajarro por qué no hay nadie en el pueblo. El sheriff contesta con una frase que se haría célebre en la historia del cine: "Es que yo asolo ante el peligro." Clásico western para clásicos amantes del western.

 


Fred Cineman

Crítico de su majestad

lunes, 17 de mayo de 2021

Críticas cinematofágicas: El planeta de los abisimios

 

Críticas cinematofágicas: El planeta de los abisimios

 


El planeta de los abisimios

 

Película de ciencia ficción del director antiliberal Monkey Reegan. De regreso de un vuelo espacial, una nave y sus dos tripulantes aterrizan en un país desconocido y con extraña vegetación. Los dos astronautas, norteamericanos, ignorantes como todos sus compatriotas de todo lo concerniente a la Geografía, piensan que se trata de un país arrasado por una catástrofe nuclear. En realidad se encuentran en Abisimia, país desértico del interior de África. Los dos astronautas, al ver a los pobladores de tan extrañas tierras, hombres de raza negra y la piel reseca del sol y el barro, los toman por simios y concluyen que tras una hecatombe nuclear el hombre había vuelto a sus orígenes. Tratan de entenderse con los nativos por medio de gestos simiescos, pero al responderles éstos en un inglés perfecto, piensan que el desastre ha sido peor de lo esperado, que esos son compatriotas suyos degenerados y de vergüenza se los cargan con desintegradores láser. Los astronautas llegan a un poblado de casas de adobe y observan que los tenidos por simios tienen televisión y ven la cadena CNN por medio de parabólicas. Intuyen que el desastre es ya total, e irreversible. Para evitar convertirse en monos en manos de la televisión por satélite, se suicidan bebiéndose el mercurio de sus termos. Los cuerpos son encontrados a las afueras de un poblado y trasladados a Norteamérica en loor de multitud. Film político y racista interpretado por los actores White Race y Caucus Clan. Si puede, no la vea; si la ve, olvídela; si no puede olvidarla, es usted un facha.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad

martes, 4 de mayo de 2021

Críticas cinematofágicas: Pig ama para dos

 

Críticas cinematofágicas: Pig ama para dos

 Pig ama para dos

Comedia norteamericana que cuenta con la pareja de moda entonces en Hollywood: Roca Hoodson y Doris Week. Dos amigos solteros deciden correrse una juega nocturna. Roca Hoodson es Pig y Tony Fricciosa es Hogg, dos cerdos lascivos que se dirigen a Las Vegas con el fin de recorrer (esto es, correrse varias veces) sus muchos burdeles. En uno de ellos traban amistad con una hurí de lujo (Doris Week), una rubia platiño de la que los dos se encaprichan. Deciden llevársela al hotel y amarla los dos, dos veces, o más. Echan a suerte los turnos y tócale el primero a Pig. Cuando acaba vuelve al cuarto de Hogg para darle el relevo, pero éste está durmiendo la mona. Pig se disfraza de Hogg y vuelve al cuarto de Doris Week, con quien comparte pijama el resto de la noche. Al despertar, la chica se da cuenta del engaño, pero le cobra por los dos, por los dos polvos echados. El lío se arma cuando Hogg se despierta y descubre que tiene puesto medio pijama de la chica, pijama que, aprovechando la modorra pos alcohólica, le había encasquetado su pillo amigo Pig. Hogg asegura que él no ha probado a la chica, pero Pig ‑¡qué cerdo‑ insiste en que sí, que el pijama es la prueba. La cosa se complica cuando la chica le pide la tarifa estipulada, a lo que Hogg, sin recuerdos del acto, no accede... Frank Kapra Almonte firma esta vulgar película, esta comedia chirle apta para espectadores con escasa materia gris, esa materia con la que se hacen los sueños.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad

lunes, 19 de abril de 2021

Críticas cinematofágicas: Levita Perón

 

Críticas cinematofágicas:

Levita Perón

 

Adaptación cinematográfica de la famosa ópera rock que lleva su nombre. Narra, entre canciones soporíferas y melodías de bandeón, las peripecias del líder justicialista durante esos años cruciales en que le tocó gobernar Argentina. Para hacerse con el poder, este intrigante se echa de querida a una tal Evita, mujer que tenía fama de encantadora. Merced a un recorte de prensa pagado por la Oficina de la Presidencia que decía "¿Levita Evita?", el pueblo magnifica a la amante de Perón, hecho que el Gobierno aprovecha para hacer un revolucionario anuncio: Quien levita no es Evita, es Perón. El acabose. El pueblo hacía cola en la Casa Rosada para presenciar las levitaciones de su caudillo, levitaciones que éste realizaba desde el balcón. A los más avispados de los espectadores no se les escapaba el entramado de cables que hacían posible el milagro, pero como suele suceder, el pueblo llano es crédulo y creía a pies juntillas que Perón levitaba, y evitaba cualquier comentario crítico. La película, correctamente dirigida por Alan J. Escrátula, está magníficamente interpretada por Madronna en el papel de Evita, quien recrea el tema principal de la obra: "No chores por mí Argentina". Anthony Flags interpreta a un joven Che en el papel de pepito grillo del pueblo, sin resultados positivos, por lo que se ve. Película recomendada para fans farrones y otros amantes de tango con tongo. Contengo otras opiniones más explícitas.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad



lunes, 29 de marzo de 2021

Críticas cinematofágicas: La disputada bota del señor cayo

 

Críticas cinematofágicas: La disputada bota del señor cayo

 

La disputada bota del señor Cayo

 

 Película costumbrista basada en la novela homónima de Mikel de Libes. Dos representantes de dos formaciones políticas antagónicas se presentan en el pueblo del señor Cayo para disputarse su intención de voto. El señor Cayo es un campesino y el único habitante del pueblo. Vive sin televisión, y sin radio, ni siquiera tiene CD‑Rom. Los dos políticos llegan al pueblo a la vez y con una sed del carajo. Al ser invitados a la casa del señor Cayo, le piden de beber. El señor Cayo, calló. Preguntado por su mutismo, contestó que tenía una bota, pero que sólo había vino para uno y que tenía dudas sobre quién debía bebérselo. Entonces comienza una lucha dialéctica entre los dos antagonistas, cada uno esgrimiendo argumentos históricos y sociológicos en apoyo de su derecho a disfrutar del único trago de la bota del señor Cayo. Tanto argumentan y discuten, que el lance verbal dura horas, con lo que le asalta la sed al señor Cayo quien, mientras escuchaba un argumento ad hominem del diputado socialista, acabó sin contemplaciones el exiguo contenido de su bota. Los contendientes políticos, al contemplar acto tan insolidario, detuvieron su discusión y se miraron. Cabreados por el desconsiderado comportamiento del representante del pueblo, decidieron tornar a Madrid no sin antes comunicar al señor Cayo que se olvidara de la subvención por habitar un pueblo en peligro de extinción. Los dos representantes cogieron sus respectivos vehículos oficiales y se encaminaron hacia la capital, donde quedaron para cenar en un restaurante de lujo con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Película del joven director Moncho Albridge que desvela sin tapujos las intenciones de los salvadores de la patria. Película para alquilar en video cuando nos hayan llevado la que queríamos.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad




lunes, 8 de marzo de 2021

Críticas cinematofágicas: Bolas sobre Broadway

 

Bolas sobre Broadway

 

Película satírica que quiere retratar, en clave de ironía, el mundo del teatro durante la época de la Prohibición en Norteamérica. Un capo mafioso decide estrenar una obra teatral que ha compuesto su suegra y en la que desea que trabaje su querida. Consultados varios empresarios, estos se niegan, apareciendo sus testículos en cubos de basura a lo largo Broadway al cabo de unas semanas. El tercer empresario consultado, que leía los periódicos, acepta encantado el encargo. Para ello contrata a un escritor sin trabajo que corrija la obra de la suegra del capo y a un profesor de actuación para que instruya a la querida del capo. Ambos, tras varios encontronazos con las inexpertas señoras, renuncian, encontrándose sus testículos sobre las aceras de Broadway un par de días más tarde. Es por esta manía de capar que al mafioso se le dio el nombre de "capo", que quedaría para la posteridad. Al final la obra se estrena, resultando un fiasco, de lo que la prensa se hace eco... eco..., y reco..., reco..., recogen sus bolas días más tardes los barrenderos de Broadway. Película a la que su director, Bally Allen, le echa muchas pelotas. Se rumoreó que un "capo" moderno se interesó por las bolas del director, de ahí el andar como encogido de éste, y su fobia repentina por todo objeto cortante. Magnífico Paul Newball en el papel de capo, así como Sharon Spheres en el papel de querida. Película para hombres con dos cojones.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad




miércoles, 24 de febrero de 2021

Críticas cinematofágicas: Herri B, el sucio

 

Críticas cinematofágicas: Herri B, el sucio

 

Herri B, el sucio

 


Película de Josu Ternasco que en esta ocasión cuenta con un elenco de actores de auténtico lujo: Clint Eastwoodgoitia y Txaro Stone. La película narra las aventuras de un militante de Herri Batasuna afincado en Rentería. Apodado Herri B, este portento por tonto se arma con una Magnum y dedícase a matar a todo aquel que le huele a español. Después de cargarse a un contable de una sucursal bancaria, un marmitón del Arzak y cinco paseantes, todos votantes del PNV, es llamado al orden por la dirección de su coalición, que no ve con buenos ojos que el pseudoterrorista utilice un arma que no se acomode a los reglamentarios 9 mm. Parabellum. Le recuerdan la consigna conciliadora de la coalición: "Si vis pax, 9 mm. Parabellum." Pero Herri B. no hace caso y sigue su carrera homicida. Hasta que se topa con Arantxa, una ciudadana perteneciente a Gesto por la Paz, que interpreta maravillosamente Txaro Stone. La chica intenta redimirle y le presta textos de Carlos Marx y San Ignacio de Loyola, textos que Herri B. no puede leer porque es analfabeto, pero no lo quiere confesar. Film que inaugura el movimiento "Realismo abertzale" y que ganó el lingote de hierro en el festival de Gallarta del pasado año. Recomendable para víctimas del terrorismo que puedan contarlo.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad




lunes, 18 de enero de 2021

Críticas cinematofágicas: Esta cosa es una ruina

 

Críticas cinematofágicas: Esta cosa es una ruina



Esa cosa es una ruina

 

Comedia que presenta a unos recién casados en viaje de novios. Llegan a un hotel de Acapulco y se prestan a iniciarse en los deberes conyugales. Después de aguantar todo tipo de bromas y alusiones de los empleados mexicanos del hotel (a ella se le da incluso un racimo de plátanos con la leyenda: úsese en caso de necesidad), se encierran en la habitación y se desvisten. En ese primer encuentro el marido no puede cumplir. Alega cansancio del viaje. El segundo día la excusa es los chiles del restaurante y al tercer día el agobio del calor. La mujer comienza a mirar a los plátanos, que ya comienzan a marchitarse, con un nuevo tipo de hambre. Así, excusa tras excusa, transcurren los diez días de luna de miel. Se despiden del hotel, él abochornado y ella con un nuevo acopio de plátanos para llevarse a Colorado, donde viven. De vuelta en su ciudad, él pide tiempo para recuperarse y consulta con varios médicos y con dos curanderas. Los médicos le animan y le pasan unas minutas de escándalo, las curanderas se ríen y le dicen que no tiene remedio, que esa "cosa" es una ruina. La cosa termina bien, en unos diez centímetros, pero cuando la mujer ya se ha largado con el lechero y el marido ha descubierto que quien en realidad le gustaba era el botones de la oficina donde trabajaba. Convincente Tom‑Tom Honks en el papel de marido y discreta Goldie Jaw en el suyo. La película consiguió el premio del jurado del New York Gay Association Festival.

 

Fred Cineman

Crítico de su majestad