Una aleccionadora historia de Eduardo Galeano (Días y noches de amor y de guerra)
“Había venido de Buenos Aires y seguía siendo un intruso en Jujuy, aunque estaba muy hecho al lugar al cabo de los años y los trabajos. Un mal día, distraído, pagó con un cheque sin fondos el arreglo de una goma del auto. Fue juzgado y condenado. Lo echaron del empleo. Los amigos cruzaban la calle cuando lo veían venir. Ya no lo invitaban a ninguna casa ni le pagaban tragos en ningún mostrador.
Una noche, tarde, fue a ver al abogado que lo había defendido en el proceso.
-No, no -le dijo-. Nada de apelaciones. Yo sé que no hay nada que hacer. Deje nomás. Vine a despedirme y a darle un abrazo para las fiestas. Mil gracias por todo.
Esa madrugada, durmiendo, el abogado pegó un salto en la cama. Despertó a su mujer de un sacudón:
-Me deseó felices fiestas y para las fiestas faltan dos meses.
Se vistió y corrió. No lo encontró. A la mañana se supo: el hombre se había volado la cabeza de un balazo.
Al poco tiempo, el juez que le había iniciado el proceso sintió un dolor raro en el brazo. El cáncer lo devoró en unos meses. Al fiscal que había hecho la demanda lo mató la patada de un caballo. El que lo reemplazó perdió primero el habla, después la vista, después la mitad del cuerpo. El automóvil del secretario del juzgado se estrelló en la ruta y se incendió. Un abogado que se había negado a intervenir en el asunto recibió la visita de un cliente ofendido, que sacó la pistola y le reventó la femoral.
Héctor me contó esta historia en Yala, y yo pensé en los asesinos de Guevara.
René Barrientos, el dictador, había dado la orden de matarlo. Terminó envuelto en las llamas de su helicóptero, un año y medio más tarde. El coronel Zenteno Anaya, jefe de las tropas que cercaron y atraparon al Che en Ñancahuazú, había transmitido la orden. Mucho tiempo des¬pués, se metió en conspiraciones. El dictador de turno lo supo. Zenteno Anaya cayó acribillado en París, una mañana de primavera. El comandante ranger Andrés Selich había preparado la ejecución del Che. En el 72, Selich fue muerto a golpes por sus propios funcionarios, los torturadores profesionales del Ministerio del Interior. Mario Terán, sargento, ejecutó la orden. Él disparó la ráfaga contra el cuerpo de Guevara tendido en la escuelita de La Higuera. Terán está internado en un hospicio: se babea y con¬testa disparates. El coronel Quintanilla había anunciado al mundo la muerte del Che. Exhibió el cadáver a fotógrafos y periodistas. Quintanilla murió de tres balazos en Hamburgo, en 1971”.
¿A qué es hermoso este tipo de justicia compensatoria? Lástima que no ocurra siempre, que los franquistas de antaño sigan muriendo en su cama de viejo, que los terroristas se libren del cáncer, que los maltratadores y pederastas se escapen de la capa.
La oveja feroz
22.04.10
jueves, 22 de abril de 2010
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.... snif, se me han saltado las lágrimas....
ResponderEliminarEs un consuelo poder echar un vistazo a la historia y ver que a cada chancho le llega su cita con su matarife particular...., y un desasosiego ver como uno de los régimen más vengativo y psico-cruel sigue sin ser sentarse en el banquillo de los acusados y que sus colaterales damnificados no encuentren ni la paz espectral ni mucho menos la justicia terrenal.
Indudablemente no se puede comparar a otras dictaduras que han causado horror con sus atrocidades al resto de los mortales (cualquier estado africano inmerso en ese tobogán sin final de golpismos y de dictaduras..., supera con creces lo imaginable), pero nuestra dictadura, perdón, la dictadura de ellos, ha dejado secuelas y trastornos síquicos a varias generaciones... Apartaron de la vída pública a gente culta, a los genios, al progreso, al futuro, a aquellos que no miraban igual.... y tantas cosas fueron sustituidas por símbolos, de sinrazones, de falanges y de camisas nuevas de tanta calidad que todavía perduran hoy en cualquier rincón del estado español como si las estrenaran ayer .... y “va pa largo”, sólo hay que ver como los nietos de aquellos grandes hombres han tomado posición y están desparramados por cualquier partido político, de cualquier signo, de cualquier galaxia..., el caso es tomar posición para cuando vengan tiempos mejores.
De los pederastas con sotana o de los encapuchados... ya hablaremos otro día.
Buen articulo amigo Lambert.
Con cariño
Chema O.
Gracias, Chema. Me alienta que alguien como tú me lea. A veces creo predicar en el desierto.
ResponderEliminarUn saludo para ti.
Lambert
Esto parece una de esas cadenas tocahuevos, si no lo envias a 10 amigos nunca seras rico y te vendrán todo tipo de desgracias. ¡Anda ya!
ResponderEliminarsalut i república
el Conseller
pd. no predicas en desierto