El religioso franciscano Diego de Landa (1524-1579), autor de una Doctrina Cristiana en Lengua Maya, es tristemente conocido por haber destruido múltiples códices mayas, que hoy poseerían incalculable valor. Adujo el frailón de los huevos: “Los quemé todos porque no contenían más que superstición y maquinaciones del diablo.” No se sabe cómo este religioso llegó a tan drástica conclusión, pues los pocos textos mayas que han sobrevivido al celo apostólico de los españoles, permanecen indescifrados, y ello pese a los grandes adelantos tanto de la lingüística como de la informática. Pero algunos frailes, por lo visto, sabían distinguir las maquinaciones del diablo sólo por la forma de la letra. ¡Así les quemen a ellos todos los evangelios y sus libros de rezos! No es de extrañar que alguien manifestara que la Iglesia sólo ilumina cuando se quema. Qué gran verdad.
La oveja feroz
23.06.09
martes, 23 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Eso de los pobres de espíritu me ha llegado... al bolsillo. Ese negro lo sabe el cabrón. Estamos regidos financieramente por pobrecitos de espíritu, que no de dinero. Joder....
ResponderEliminarCarazón
A ese frailón de los huevos le metía yo los códices mayas por donde más le hubiera dolido. Claro que al ser fraile a lo mejor le gustaba.
ResponderEliminarLuz-Bell